China estaría evaluando la posibilidad de que el hombre más rico del mundo, Elon Musk, compre las operaciones de TikTok en Estados Unidos si el Tribunal Supremo de ese país finalmente ordena el cierre de la red social. Así lo asegura este martes en exclusiva el medio Bloomberg citando a funcionarios anónimos de Pelín cercanos al caso. Sin embargo, este mismo martes, la plataforma ha tildado esa idea de «pura ficción».
El citado medio apunta que, si bien Pekín claramente prefiere que TikTok siga siendo propiedad de su matriz china, ByteDance, los funcionarios citados llevan tiempo elaborando posibles planes de contingencia por la decisión que tome el Supremo de Estados Unidos. En ellos, la venta a Musk aparece como una de las opciones más viables con el objetivo de establecer además relaciones con la administración que encabezará Donald Trump a partir del próximo 20 de enero.
Musk, que se ha erigido en uno de los aliados más cercanos del próximo presidente estadounidense, compró la red social X, antes Twitter, en 2022. Es conocido además por dirigir el fabricante de vehículos eléctricos Tesla, que tiene en China su principal base de producción a nivel mundial y un importante mercado.
Al parecer, el escenario que estaría evaluando China sería que X adquiriese las participaciones de ByteDance sobre TikTok, tomando así el control de la plataforma en territorio estadounidense. Con ello, Musk podría pasar a liderar dos de las redes sociales que más usuarios aglutinan. Tiktok, además, cuenta con 170 millones de usuarios activos solo en Estados Unidos, lo que equivale a la mitad de su población. Se trata de la plataforma que ha experimentado un mayor crecimiento en los últimos años, especialmente entre los adolescentes.
Según Bloomerg, no está confirmado cuánto interés ni cuánto conocimiento tienen las partes implicadas al respecto, por lo que se desconoce si se ha puesto alguna oferta real sobre la mesa o si entre China, ByteDance, TikTok y Elon Musk se han llegado a mantener conversaciones reales sobre este asunto. Sin embargo, se calcula que la venta podría costar unos 50.000 millones de dólares.
Asimismo, el propio empresario escribió en abril del año pasado en su cuenta de X que TikTok no debería ser prohibida en suelo estadounidense: «En mi opinión, TikTok no debería ser prohibida en Estados Unidos. Hacerlo iría en contra de la libertad de expresión, y eso no es lo que Estados Unidos representa». Además, TikTok ha acabado llamando «pura ficción» a estos hechos. «No se puede esperar que comentemos sobre algo que es pura ficción», ha expresado un portavoz de la compañía a EFE tras ser preguntado precisamente por la publicación de Bloomerg.
El apagón de TikTok
La regulación, aprobada por el Congreso de Estados Unidos el pasado abril por demócratas y republicanos, dio a la china ByteDance nueve meses para encontrar un inversor de un país que no sea considerado un ‘adversario’ de Estados Unidos. Así, los legisladores estadounidenses justificaron su decisión argumentando que la plataforma representa una amenaza para la seguridad nacional debido a la posibilidad de que el Gobierno chino acceda a los datos de los usuarios.
La red social se ha opuesto a la norma argumentando ante el Supremo que su prohibición violaría la Primera Enmienda de la Constitución estadounidense, que prohíbe al Congreso impulsar leyes que limiten la libertad de expresión.
Por su parte, China ha criticado en varias ocasiones la «represión» contra TikTok por parte de Estados Unidos, asegurando que se trata de «una táctica intimidatoria» que se acabará «volviendo contra» el país norteamericano. De no separarse de ByteDance, TikTok se apagará en Estados Unidos el 19 de enero, un día antes de que Trump regrese a la presidencia.
Si bien en su primer mandato (2017-2021) el republicano intentó prohibir la red social, en esta ocasión ha pedido al Supremo de su país que paralice la entrada en vigor de la ley hasta que él estuviese en la presidencia, ya que prometió en campaña que «salvaría TikTok». Pese a ello, las autoridades chinas anticipan ásperas negociaciones con la Administración Trump en lo que concierne a aranceles o controles de exportación y, a pesar de todo, ven a TikTok como una posible vía de «reconciliación» con Washington.
Pekín tiene así una ‘acción de oro’ en ByteDance que le da derecho a veto sobre cualquier decisión, por lo que logra influencia sobre su estrategia y las operaciones de la compañía. TikTok defiende además que esa situación solo afecta a ByteDance en China, pero no en sus negocios en el extranjero.
En cualquier caso, dado que la normativa de control de exportaciones de Pekín prohíbe a las empresas chinas vender los algoritmos de su software, una posible venta de TikTok debería contar con la aprobación explícita del Gobierno chino, lo que le da una voz todavía más prominente en la situación. Y separar TikTok de ByteDance sería, en palabras de los propios abogados de la red social, un proceso «extraordinariamente difícil».