El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha anunciado este lunes que se reabrirá el cruce fronterizo de Yayladagi, en la provincia de Hatay, para gestionar el retorno seguro y voluntario de los millones de migrantes sirios que acoge Ankara. «Para evitar acumulaciones y facilitar el tráfico en la frontera, abriremos el cruce fronterizo de Yayladagi», ha señalado el mandatario turco con respecto a este paso, que permanecía cerrado desde el año 2013 por razones de seguridad.
Erdogan ha resaltado que Turquía siempre se enorgullecerá de haber acogido a miles de sirios «oprimidos» durante aquella época «oscura». «Creo que los fuertes vientos de cambio conducirán a resultados beneficiosos para todo el pueblo sirio», ha resaltado.
El presidente turco también ha acusado al presidente depuesto, Bachar al Asad, de huir «dejando atrás una Siria donde casi un millón de personas han sido masacradas, 12 millones se han visto obligadas a desplazarse y muchas ciudades han quedado reducidas a escombros», según ha recogido la agencia de noticias Anatolia.
Turquía comparte con Siria una frontera de 900 kilómetros. Ankara empezó a levantar un muro fronterizo con bloques de hormigón a partir de 2015 para intentar contener el paso ilegal de personas ante el aumento de refugiados sirios durante el conflicto en el país vecino.
El ministro de Exteriores de Turquía, Hakan Fidan, pidió en la víspera una transición «ordenada» en Siria tras la caída del régimen de Al Assad después de que la capital, Damasco, cayera en manos de las fuerzas rebeldes encabezadas por el grupo yihadista Hayat Tahrir al Sham (HTS) y sus facciones aliadas.
Ankara es un actor clave en el conflicto sirio por la campaña que lleva años emprendiendo contra las fuerzas kurdas en el noreste del país. Los combates aún continúan entre el Ejército Nacional Sirio, un grupo armado que cuenta con su respaldo, y las milicias kurdas-árabes de las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS).