Las grandes potencias dialogan por boca de hombres: a un lado permanece sine die Xi Jinping , al otro acaba de regresar Donald Trump , el presidente que, para bien o para mal, llevó la relación entre China y Estados Unidos al terreno de la hostilidad geopolítica explícita. Ambos han retomado hoy su conversación oficial, el primer intercambio de una segunda etapa a estrenar en la que la imprevisibilidad del recién llegado adquiere, de nuevo, dimensiones globales. Las formalidades han presentado la oportunidad. Xi telefoneó este miércoles a Trump para felicitarle por su contundente victoria electoral (éxtasis que desconoce) y deslizar, de paso, un mensaje inicial: «La historia enseña que China y Estados Unidos ganan con la cooperación y pierden… Ver Más