Publicado: marzo 27, 2025, 3:30 am
Mike Waltz, el asesor de seguridad nacional de Donald Trump , fue quien metió por error a un periodista en un grupo de chat del más alto nivel en la plataforma Signal para compartir información sobre un ataque a los hutíes de Yemen. Pero incluir a un reportero -Jeffrey Goldberg, de ‘The Atlantic’- en un grupo donde después el secretario de Defensa, Pete Hegseth, compartió planes bélicos que deberíam ser información clasificado , podría no haber sido su único error con las nuevas tecnologías y con riesgo para la seguridad nacional de EE.UU. Watz también dejó desprotegida su cuenta en Venmo, la aplicación de pagos entre usuarios más popular de EE.UU ., el equivalente en la primera potencia mundial a Bizum en España. El asesor de seguridad nacional ha tenido su cuenta en abierto, con el nombre de sus contactos como información pública, que cualquiera usuario de la aplicación podía revisar. Así lo ha revelado ‘Wired’, que también comprobó cómo la jefa de Gabinete de Trump, Susie Wiles , su mano derecha en la Casa Blanca, también tenía su lista de contactos abierta al público. La Casa Blanca no reaccionó a estas revelaciones. Pero, de forma inmediata tras la publicación, las cuentas de Waltz y Wiles cambiaron su configuración y dejaron en privado la información sobre sus contactos. Las cuentas de ambos sí dejaban ocultas las transacciones que han podido hacer con sus contactos. Pero solo la presencia de ese listado de forma pública puede tener un riesgo. Entre los 328 contactos de Waltz, había muchos previsibles. Desde políticos republicanos -Waltz pasó antes por la Cámara de Representantes-, hasta media docena de periodistas (Goldberg no está entre ellos, al contrario que en el polémico chat de Signal). Pero también había contactos de gente ordinaria: varios doctores, agentes inmobiliarios o un sastre. Esos son el tipo de ‘objetivos blandos’ que una operación de espionaje puede utilizar para llegar a un alto cargo de un país rival: personas que tienen acceso al alto cargo, pero que no están protegidas. «Estas son las conexiones de bajo nivel que, según los expertos, buscan los espías para llegar a información básica. Por ejemplo, un especialista médica puede exponer que alguien está tratado de una enfermedad que no es pública, así como patrones de conducta, asuntos en los que presionar o una forma de llegar al objetivo en cuestión», escribe el medio estadounidense. Ese tipo de ‘objetivos blandos’ han sido utilizados por China para acercarse a centros de investigación o compañías estadounidenses o por EE.UU. e Israel para sabotear un programa nuclear de Irán con un virus informático. De hecho, Venmo no cambió su aplicación para poder ocultar el nombre de los contactos de un usuario hasta que BuzzFeed reveló en 2021 cómo se podían encontrar los de Joe Biden, entonces presidente de EE.UU. Desde entonces, Venmo permite que el listado de contactos sea privado, pero los usuarios necesitan elegir esa opción en la configuración de su cuenta.