Von der Leyen asume que la UE todavía no cumple con las recetas de Draghi un año después: "El negocio de siempre no funciona" - Venezuela
Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Von der Leyen asume que la UE todavía no cumple con las recetas de Draghi un año después: «El negocio de siempre no funciona»

Publicado: septiembre 16, 2025, 7:30 am

El informe Draghi cumple un año y sigue negro sobre blanco pero poco trasladado a la realidad: el libro blanco de la UE del futuro tiene todavía que implementarse y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, asume que la mayoría de las reformas propuestas por el ex primer ministro italiano y expresidente del BCE aún siguen en el cajón, pero no renuncia a la ambición. «Los ciudadanos esperan que nuestra democracia decida, actúe y cumpla. Y sé que Europa puede hacerlo. Porque ya hemos demostrado lo que es posible cuando tenemos ambición, unidad y urgencia. Es nuestra elección. Así que volvamos a tomar esa decisión. Por la prosperidad. Por la independencia. Y por Europa», expuso la dirigente alemana en un discurso por el aniversario del documento, acompañada del propio Draghi.

Se han dado pasos, reconoció Von der Leyen, pero hace falta acelerar en una competición feroz con Estados Unidos, Rusia y China. «El negocio de siempre ya no funciona», sostuvo, en un mensaje para explicar que ya no se puede entender el mundo como antes. «La primera acción del nuevo mandato fue nuestra Brújula de Competitividad, que traduce el informe en políticas prácticas», arrancó la presidenta del Ejecutivo comunitario para desarrollar lo que sí se ha conseguido hacer en este año. Desde entonces, enumeró logros como el pacto para las industrias limpias, las gigafactorías, el nuevo sistema de ayudas de Estado o el plan de energía accesible. «Esta es la mentalidad de urgencia que prometimos. Y seguiremos por este camino sin descanso», añadió Von der Leyen en su mensaje.

A ojos de la presidenta de la Comisión, la UE tiene espacio para comandar algunos sectores en el futuro, como la inteligencia artificial o las tecnologías limpias. «El liderazgo global aún está en juego. Y Europa no es solo un competidor, sino un líder», y en ese punto destacó los avances en supercomputación: «Hoy tenemos 4 supercomputadoras en el top 10 global». Precisamente en esa parte del discurso destacó que la Unión ya ha entrado de lleno en la realidad de la IA. «En 2025, el número de empresas europeas que adoptaron IA ha aumentado un 67% interanual», sostuvo. La dirigente germana, además, insistió en la importancia del nuevo Fondo de Competitividad con «más de 400.000 millones de euros», duplicando la inversión en investigación y multiplicando por cinco y seis la inversión en digital y tecnologías limpias.

Pero Von der Leyen advirtió de que el Mercado Único sigue incompleto. “Las barreras internas equivalen a un arancel del 45% en bienes y del 110% en servicios”, recordó, anunciando una hoja de ruta hasta 2028 para eliminar obstáculos y acelerar procesos en sectores clave como energía, telecomunicaciones y capitales. «Solo lo que se mide, se hace», subrayó la presidenta de la Comisión Europea.

La energía fue otro de los grandes temas de su intervención. Celebró que más del 70% de la electricidad europea ya sea de baja emisión y que la factura de combustibles fósiles se haya reducido en 60.000 millones de euros en un año. Sin embargo, advirtió que los precios siguen siendo demasiado altos y dispares. Bruselas, recordó como había anunciado en su mensaje por el estado de la Unión en Estrasburgo, impulsará nuevas interconexiones, la «Iniciativa de Autopistas de la Energía» y paquetes para fomentar el reciclaje y la economía circular.

En este sentido, recalcó la imperiosa necesidad de que la UE mejore sus interconexiones. «Con demasiada frecuencia faltan las interconexiones necesarias o no usamos eficientemente las que tenemos. Ahora hemos empezado a atajar esto», expuso, aunque reconoce que hay proyectos que ya están «avanzados», como el interconector del Golfo de Vizcaya para unir España y Francia. «Liberaremos estados cuellos de botella y intervendremos con financiación dónde sea necesario», concluyó la jefa del Ejecutivo comunitario.

Por último, Von der Leyen abordó la necesidad de reducir las dependencias estratégicas en materias primas críticas y en defensa. Destacó los acuerdos comerciales cerrados con Mercosur, México e Indonesia, así como proyectos de minería y reciclaje en Europa. En el terreno militar, defendió el plan Readiness 2030, que movilizará hasta 800.000 millones de euros en inversiones, justo la cifra que se recoge en el informe Draghi y a la que para muchos es imposible llegar. Su mensaje final fue de urgencia, de nuevo, porque como últimamente viene recordando en todos sus discursos el debe de Europa sigue siendo el de pasar de la palabras a los hechos.

Draghi pide velocidad en la toma de decisiones

El propio Mario Draghi, por su parte, reiteró la idea de que la Unión Europea tiene que ser más ágil en la toma de decisiones. «A veces, la inercia se presenta incluso como respeto al estado de derecho. Eso es complacencia. Los competidores de Estados Unidos y China están mucho menos limitados, incluso cuando actúan dentro de la ley. Seguir como si nada es resignarnos a quedarnos atrás», sostuvo en su parte del discurso. «Un camino diferente exige mayor velocidad, escala e intensidad. Significa actuar juntos, no fragmentar nuestros esfuerzos. Significa concentrar los recursos donde el impacto es mayor. Y significa obtener resultados en meses, no en años», añadió el italiano.

Todo eso, en realidad, exige reformas internas pero también cambios en la mentalidad de la Unión, avisó el expresidente del BCE. «En algunas áreas cruciales, Europa debe empezar a actuar menos como una confederación y más como una federación. Pero esa reforma llevará tiempo, un tiempo que quizá no tengamos. Mientras tanto, el progreso puede depender de coaliciones de personas dispuestas, utilizando mecanismos como la cooperación reforzada», concluyó.

Terminó Draghi asumiendo la tesis que ya nadie rechaza: desde hace unos años el mundo ha cambiado de manera inexorable. «El año pasado demostró claramente que vivimos en un mundo diferente. La línea entre economía y seguridad es cada vez más difusa. Los Estados están utilizando todas las herramientas a su disposición para promover sus intereses», alertó, y apeló al hecho de que Europa tiene que adaptarse a las circunstancias que, en realidad, marcan otros. Y no lo está haciendo del todo bien. «Hasta ahora, la respuesta de Europa ha caído en dos trampas: esfuerzos nacionales descoordinados o fe ciega en que las fuerzas del mercado crearán nuevos sectores. La primera nunca puede generar escala. La segunda es imposible cuando otros distorsionan los mercados e inclinan la balanza».

Related Articles