Publicado: noviembre 13, 2025, 4:30 am
Ursula von der Leyen no quiere que decaiga el apoyo a Ucrania y este jueves ha puesto sobre la mesa la opción de que se emita nueva deuda común con cargo al presupuesto de la UE para dar más ayuda a Kiev. Así lo expresó ante el Parlamento Europeo en Bruselas. La presidenta de la Comisión, eso sí, ha dado otras dos opciones: una vía intergubernamental, con acuerdos entre los Estados miembros; o el uso de los activos rusos congelados, que para ella sigue siendo el mejor camino… pero también el más complicado de andar.
«Esta es la manera más eficaz de sostener la defensa y la economía de Ucrania, y la forma más clara de hacer entender a Rusia que el tiempo no juega a su favor», explicó la dirigente germana, que explicó que la UE daría el préstamo a Ucrania y Moscú pagaría ese dinero si Kiev devuelve el dinero, algo con lo que cuentan los gobiernos como parte de una fórmula que en realidad es muy compleja y que sigue siendo objeto de debate entre las capitales.
Este fue el gran debate en el último Consejo Europeo en octubre. El freno llegó entonces desde Bélgica -aunque Hungría también recela-. «Incluso durante la Segunda Guerra Mundial, los activos inmovilizados nunca se tocaron. Es un paso muy importante si queremos darlo«, sostuvo su primer ministro, Bart de Wever, al ser el Estado miembro más expuesto a los riesgos bancarios por albergar la mayor cantidad (a través de la entidad Euroclear, en torno al 62% del total); «si quieren hacer esto, tendremos que hacerlo todos juntos. Queremos garantías de que, si el dinero tiene que ser devuelto, cada Estado Miembro contribuirá», añadió, con muchos recelos que también comparte el Banco Central Europeo por los matices jurídicos y por el prestigio del euro.
La clave está en que el proceso, a la espera de una propuesta en firme de la Comisión Europea, sería el siguiente, según fuentes diplomáticas: la UE firmaría un préstamo con Euroclear para ceder ese dinero a Ucrania, y Kiev devolvería el dinero una vez terminada la guerra. Bruselas, de hecho, debería hacer la propuesta legal de esta vía en la cumbre de líderes de diciembre.
«Todos queremos que esta guerra termine. Pero una paz duradera depende de una Ucrania fuerte e independiente. Putin aún cree que puede resistirnos. Aún piensa que, con el tiempo, Rusia puede lograr sus objetivos en el campo de batalla», avisó Von der Leyen ante los eurodiputados. «Es un cálculo claramente erróneo. Ahora es el momento de dar un nuevo impulso, de desenmascarar los intentos cínicos de Putin de ganar tiempo y llevarlo a la mesa de negociación. Debemos seguir aumentando el costo de la guerra para Rusia. También porque las cicatrices son cada vez más visibles en la economía rusa», concluyó.
Además, la presidenta de la Comisión anunció el desembolso de otros casi 6.000 millones de euros del préstamo ERA y del Mecanismo para Ucrania. «Europa seguirá fortaleciendo la resistencia de Ucrania. Repararemos los daños causados por los ataques rusos. Estabilizaremos la red energética de Ucrania, con más de 2 gigavatios de exportaciones eléctricas desde nuestra Unión hacia Ucrania. Y protegeremos la infraestructura crítica, por ejemplo, con nuevo equipo antidrones. Este invierno definirá el futuro de la guerra, y nuestra respuesta debe estar a la altura del desafío», expuso.
En otros frentes, Von der Leyen advirtió que «la naturaleza nos recuerda a diario el costo de la inacción» ante la crisis climática, aunque destacó que «por primera vez en la historia moderna, la curva se está doblando». Recordó que hace una década el mundo se encaminaba hacia un aumento de 4 grados, mientras que hoy la previsión se acerca a 2,3 grados.
La alemana, en este sentido, subrayó los avances logrados gracias al precio del carbono: «Desde que introdujimos nuestro Sistema de Comercio de Emisiones, las emisiones han caído un 50% y el PIB ha crecido un 27%». En ese marco, defendió el principio de que «si contaminas, pagas; si no quieres pagar, innova», y destacó que más de 250.000 millones de euros se han reinvertido en innovación e industrias limpias.
Asimismo, resaltó el papel de las energías renovables como motor de transformación global. «Este año, el 95% de la nueva capacidad instalada en todo el mundo fue renovable», dijo, señalando que la solar y la eólica ya han reemplazado al carbón como principales fuentes de electricidad. Las inversiones, apuntó, se han duplicado desde el Acuerdo de París: «En 2015 se invirtieron 2 billones de dólares, la mitad en fósiles y la mitad en renovables; hoy son 3 billones, con dos tercios destinados a energías limpias». Von der Leyen afirmó que este cambio «puede representar una gran oportunidad para Europa» y pidió acelerar las reformas que impulsen la innovación, los mercados de capitales y la adopción de inteligencia artificial para reforzar la competitividad del bloque.
