Publicado: diciembre 9, 2025, 10:30 am
Violeta Mangriñán lleva más de un mes sin verse con Fabio Colloricchio. Aunque, en un principio, pensaba que se le iba a «caer el mundo encima» por ello, la influencer ha comprobado con el paso de las semanas que no depende «emocionalmente» de nadie y que, debido a su apretada agenda profesional y personal, ni siquiera tiene tiempo de extrañar a su pareja.
«Obviamente le amo y preferiría que estuviese aquí pero la vida es así y estoy muy orgullosa de cómo se han dado las cosas», confesaba Mangriñán en sus redes, en referencia a la decisión de Fabio de prolongar su estancia en Argentina más de lo previsto con el objetivo de trabajar en su carrera musical y ocuparse de los negocios que comparte con su padre.
Entre tanto, y pese a que ambos han demostrado el amor que se profesan con enternecedores momentos a distancia, tales como su inesperada pedida de mano en pleno centro de Madrid, las redes sociales no han tardado en especular con que la pareja atravesaría una crisis sentimental o que, incluso, habría decidido tomar caminos separados de forma temporal.
Este lunes, la exconcursante de Supervivientes ha decidido recurrir a sus historias de Instagram para desmontar este tipo de rumores lanzando un contundente mensaje a aquellas mujeres, «porque son todos mujeres», que le escriben para preguntar por el paradero de Fabio o insinúan que «está muy a gusto allí» o que le habrían «visto con una chica».
«¿Por qué no se lo decís a él? ¿Por qué venís a marearme a mí? ¿Qué ganáis con eso?», espetó la valenciana, aplicándose una mascarilla sobre el rostro. En su comunicado, la influencer reconoció que achaca este tipo de mensajes invasivos a su propia naturalidad a la hora de documentar su vida personal en redes sociales, obviando la recepción de su contenido.
«A veces, utilizo mis redes a modo de desahogo, de terapia o diario personal. Llevo años trabajando en ser consciente de toda la gente que ve mis stories, pero luego se me olvida», explica la empresaria de té matcha, apuntando a que esta aparente naturalidad provocaría que cierto sector de su audiencia se tomara licencias para entrometerse en su vida familiar.
En este contexto, la influencer aclaró que, si bien no desea que «lo mareen a él tampoco», todas las preguntas que recibe —incluidas las que aluden a una posible deslealtad— y que, según ella, se hacen «con maldad» atañen únicamente al argentino. «Lo que queráis saber de él, preguntádselo a él, yo estoy muy ocupada», concluyó Violeta.
