Publicado: junio 4, 2025, 6:30 am
Parece que Violeta Mangriñán no tiene techo en su carrera. Este martes, la influencer se ha convertido en la protagonista de la nueva portada de Women’s health, en la que aparece posando con un atuendo deportivo, acompañada de un lema tan revelador como poderoso: «La energía y la salud están por encima de la belleza».
Sin embargo, pese a este gran hito personal, que ha acogido con ilusión durante su viaje a Corea del Sur, la valenciana no ha estado exenta de recibir una oleada de críticas por parte de numerosos internautas que han cuestionado que su aspecto sea «saludable» o idóneo para una revista de estas características o, directamente, han cargado contra su físico.
«Está en los huesos de apenas comer y tiene que cagar verde con tanto matcha», «esto saludable no es, se llama pasar hambre y restricción con ejercicio escaso o nulo» o «¿esto es una broma? expone constantemente los la delgadez fomentando la anorexia» son solo algunos de los comentarios negativos que se pueden leer en la publicación de Instagram de la revista.
Pero no son casos aislados, ya que este tipo de mensajes se inscriben en una tendencia crítica generalizada hacia la revista. De hecho, no han sido pocos los usuarios que, además, se han atrevido a acusar a la publicación de «fomentar los desórdenes alimenticios» a través de su portada.
Violeta, por su parte, no ha querido quedarse callada y, a través de sus historias de Instagram, ha señalado algunos de los comentarios más hirientes para denunciar la situación. «¿Y esta gente dormirá ‘tan pichi’ después de comentar semejantes barbaridades sobre alguien que no conoce? Guau», escribe la pareja de Fabio, en un tono irónico.
Lejos de esquivar las críticas por, supuestamente, «fomentar» en redes los trastornos alimenticios, la creadora de contenido ha decidido abrirse en canal ante sus seguidores para compartir su experiencia personal con estos problemas de salud mental y, de algún modo, desacreditar algunos de los ataques más dañinos que ha recibido.
«Hace seis años sufrí problemas alimenticios y decidí contarlo a través de mis redes sociales con el fin de dar visibilidad y mostrar mi realidad en ese momento», comienza diciendo Mangriñán, quien, en ocasiones como la actual, se «arrepiente» de haber dado ese gran paso.
Y es que, según ella misma cuenta, han pasado cuatro años desde que logró dejar atrás su mala relación con la comida. «Estoy más que curada. No solo no le tengo miedo a la comida, sino que disfruto como nunca antes de comer», comenta la influencer, antes evidenciar el negativo impacto de este tipo de mensajes «intolerables».
«Os aseguro que lo último que necesita una persona enferma de anorexia es leer los comentarios que he leído», añade. En su texto, Violeta subraya que, si bien siempre evita «entrar al trapo», lo que ha protagonizado en las últimas horas ha «sobrepasado todos los límites» y que, por tanto, no ha podido pasarlo por alto: «Estoy harta de leer cada día mentiras sobre mí».