Sobrevivir al primer año de escuela infantil resulta un reto muy difícil para muchos progenitores que, al igual que Violeta Mangriñán, deben enfrentarse a la frecuente realidad de que sus hijos caigan enfermos al verse sumamente expuestos durante las clases a virus tan comunes como la gripe o el resfriado.
Por ello, parece inevitable que, a veces, haya quienes terminen «hasta el moño» de la situación. Así, al menos, lo ha expresado la influencer a través de su cuenta de Instagram, donde ha dado voz a este problema que surge con la maternidad. «La noche de ayer fue un infiernito, no os lo imagináis», comienza diciendo la valenciana después de que su hija mayor, Gala, regresara a casa con uno de «los regalitos que trae del cole».
«Semana sí, semana no, virus nuevo», explica la pareja de Fabio Colloricchi, quien, ante la gravedad de la situación, se vio obligada a montar un «hospital de campaña» durante la noche en su vivienda. «Desde buena mañana, sin parar. Esta semana está siendo muy intensa», añade.
Sin entrar en más detalles al respecto, Mangriñán ha actualizado más tarde a sus más de 2,4 millones de seguidores sobre el estado de salud de la pequeña. Según cuenta, el alcance del virus que portaba ha sido tal que, tanto su hermana Gia como la propia influencer, han comenzado a experimentar síntomas. «Mis ‘bichi bichis’ siguen pachuchas y yo también», confiesa.
Asimismo, la creadora de contenido ha lanzado una reflexión a raíz de los consejos de su comunidad virtual respecto al primer año de escuela infantil, considerado como «lo peor» porque, a lo largo del mismo, los niños «se ponen malos cada dos por tres». Y es que, al parecer, se trata de un punto de inflexión al tratarse del «año de la inmunización» para muchos de ellos y que, en adelante, enferman mucho menos.
Aun así, parece que la valenciana tampoco puede esperar a que esta afirmación se convierta en una realidad para sus pequeñas. «Solo os digo una cosa: Que Dios os escuche porque ‘hasta el moño’ se queda corto», concluye Violeta.