No está siendo fácil para Victoria Federica de Marichalar llevar con discreción sus relaciones personales. Según ha informado el programa Fiesta, la hija de la infanta Elena ha protagonizado recientemente un encontronazo con unos comensales en un restaurante madrileño al ver que le estaban sacando fotos.
Los hechos habrían ocurrido en el céntrico restaurante Roostiq, donde Victoria Federica estaba cenando con su nuevo novio, Borja Moreno, cuando se percató de que la estaban grabando.
La periodista Amparo de la Gama ha ofrecido detalles sobre lo sucedido: «Me consta y me dicen que ella se levantó educadamente y les dijo que estaban en una cena y que no se podía grabar, que por favor dejaran de grabarles», ha explicado.
Según De la Gama, este acoso hacia la sobrina de Felipe VI vendría motivada porque «todavía no hay ninguna instantánea de la pareja, y todo el mundo quiere hacer esa instantánea. Pero, claro, en un sitio privado como es un restaurante, no se puede hacer».
Esta locura desatada por tener la fotografía de Victoria Federica junto a su nueva ilusión está siendo incompatible con la discreción con la que la joven quiere llevar esta relación. «Victoria quiere que este amor se cueza a fuego lento, y ella estaba tranquilamente con Borja en uno de sus restaurantes favoritos, le encantan los torreznos de este local. Estaba tomándose un cóctel y sus famosos torreznos y vio que la estaban grabando», ha indicado la colaboradora de Fiesta.
Para Amparo de la Gama, Victoria Federica «tiene muy bien aprendido» el hábito de pedir que no la fotografíen en sitios privados y es algo que «suele hacer» ante la atención mediática que recibe.
En este caso, De la Gama ha defendido que estaban haciéndole fotos «para venderlas», ya que «al parecer, los que estaban haciendo las fotos las estaban tomando desde distintos puntos del restaurante«.