Numerosos incendios virulentos en el sudeste de Australia han destrozado decenas de miles de hectáreas de parques naturales este martes. Los bomberos han intentado mitigar el fuego que se había originado debido a unos relámpagos caídos este lunes por la noche que provocaron varios incendios en el Parque Nacional Grampians, una cordillera boscosa a unos 300 kilómetros al oeste de Melbourne. Por otro lado, en el Parque Nacional Little Desert, a menos de dos horas en coche, un incendio de rápida evolución ha quemado casi 65.000 hectáreas de terreno en menos de 24 horas, han expresado los servicios de emergencia. «Estoy increíblemente agradecido de que no se haya perdido ninguna vida ni tengamos informes de heridos», ha expresado Rick Nugent, comisionado de gestión de emergencias del estado de Victoria, donde se sitúan los dos parques. Chris Hardman, responsable local de los bomberos, había alertado de que las cálidas condiciones meteorológicas en los próximos días aumentan las posibilidades de que estos incendios se expandan. Además, las altas temperaturas alimentan cada vez más desastres naturales en Australia, según han informado los investigadores. Los científicos han alertado un gran aumento de los incendios extremos en el país desde 1950 . El peor exponente de estos fenómenos fue el «Verano negro» de 2019-2020, en el que distintos incendios mataron a 33 personas y millones de animales, arrasaron enormes superficies forestales y cubrieron de humo las grandes ciudades.