Publicado: noviembre 24, 2025, 10:30 pm
Una escena insólita se vivió en Tailandia cuando una mujer de 65 años, que era transportada para ser incinerada tras darse por muerta, comenzó a moverse dentro de su ataúd. Los hechos ocurrieron en el templo budista Wat Rat Prakhong Tham, en la provincia de Nonthaburi, donde el féretro había sido trasladado en la parte trasera de una camioneta. En un vídeo difundido por el propio templo en Facebook se aprecia cómo la mujer, cubierta con un paño blanco, hace pequeños movimientos con los brazos y la cabeza, desconcertando al personal religioso.
El responsable de asuntos generales y financieros del templo, Pairat Soodthoop, relató a ABC News que fue un leve sonido lo que alertó de que algo no estaba como se creía. «Escuchamos un ligero golpe proveniente del ataúd», explicó. Ante la sospecha, pidió abrirlo y la sorpresa fue mayúscula: «La vimos abriendo los ojos y golpeando el lateral del ataúd. Debió de haber estado llamando durante un buen rato». La mujer llevaba dos años postrada en cama y, según su hermano, había dejado de responder y aparentemente dejó de respirar dos días antes.
Tras su supuesto fallecimiento, el hermano emprendió un viaje de 500 kilómetros desde la provincia de Phitsanulok hasta Bangkok con el propósito de cumplir su último deseo: donar sus órganos en el hospital. Sin embargo, el centro médico rechazó recibirla al no disponer de un certificado oficial de defunción.
El hombre acudió entonces al templo, que ofrece cremaciones gratuitas, pero nuevamente fue rechazado por falta de documentación. Fue precisamente durante las explicaciones sobre cómo obtener ese certificado cuando se escucharon los golpes salvadores.
Una vez abierto el ataúd, el personal religioso comprobó que la mujer presentaba signos vitales y fue trasladada de inmediato a un hospital cercano. Pairat dijo que el templo asumirá los gastos médicos de su recuperación.
