Publicado: mayo 28, 2025, 9:30 pm
Este miércoles, Claudia Calvo ha compartido en el programa TardeAR un testimonio que desarma el imaginario idealizado de los concursos de belleza juveniles. Ganadora del título Miss Teenager en 2021 y 2022, la joven ha relatado públicamente las condiciones que vivió durante su paso por este tipo de competiciones, marcadas por la presión, el control sobre su cuerpo y una disciplina insalubre.
«Pesaba 53 kilos y se me repetía lo gorda que estaba», ha contado en el espacio de Telecinco. Acto seguido, ha recordado cómo, lejos del brillo de las coronas y las bandas, la realidad diaria implicaba acatar órdenes que afectaban a su estado físico y mental. «Me hicieron sentir como una prostituta», ha afirmado
Entre las prácticas que ha detallado, destaca la obligación de enviar fotografías de sus comidas sobre una báscula. Además, ha confesado haber utilizado una prenda ortopédica que superaba los límites del sentido común: una faja con 47 balas de acero. «La llevaba para corregir la postura y para que el estómago no se hinchase», ha señalado.
Según ha revelado, pasaba hasta doce horas seguidas subida a unos tacones, y prefería dormir con ellos puestos para evitar el sufrimiento de volver a calzárselos al día siguiente. «Una ‘miss’ no se queja, no te puedes quejar», ha afirmado.
Pero las exigencias no se reducían a la apariencia, de acuerdo a la entrevistada. Ha explicado que, en ocasiones, tuvo que asumir tareas ajenas al certamen, como cuidar a los hijos de los responsables de la organización. «Se nos incitaba al aborto en caso de quedarnos embarazadas», ha agregado.
Su salud se resintió de forma grave y, finalmente, fue su entorno familiar quien intervino. «Desarrollé un TCA, y a partir de ahí mi madre me dijo: ‘Ya no más», ha recordado.