Publicado: junio 12, 2025, 1:30 am
En las últimas horas, el impactante testimonio de Carmen García, una joven española que reside en Bruselas, ha desatado en redes sociales una oleada de indignación contra Ryanair tras denunciar públicamente que la aerolínea le impidió embarcar en el vuelo que pretendía tomar con la esperanza de dar el último adiós a su abuelo.
En su vídeo, que ya supera los 6,8 millones de visualizaciones en TikTok, la joven aclara que únicamente busca que la compañía adopte «medidas urgentes» para que lo que vivió ella «no le suceda a nadie más». Y es que, tal y como ella misma indica al inicio del mismo, «por culpa de Ryanair» no pudo ver por última vez a su abuelo «ni ir a su entierro».
Todo comenzó el día 6 de junio cuando Carmen decidió comprar, con 24 apenas horas de antelación, un vuelo con destino a Asturias, su tierra natal, por valor de 285 euros para visitar a su abuelo que, en aquel entonces, se encontraba sedado en el hospital. «Le quedaban pocos días de vida. (…) No había más vuelos disponibles hasta el lunes y necesitaba verle antes de que muriera», expresó.
Con este objetivo en mente, la usuaria de TikTok llegó a la puerta de embarque del aeropuerto, donde una empleada de la aerolínea le exigió un cargo extra de 60 euros para solventar un problema con su equipaje. «Me dijo que mi mochila no cabía horizontalmente, aunque sí que cabía verticalmente», explicó.
Aunque no dudó en señalar que el coste total del vuelo le parecía «una locura» y que, en realidad, «la mochila no era tan grande», la joven terminó aceptando sin mayores complicaciones. Aun así, esto no evitó que la compañía le denegara la posibilidad de subir al avión con el pretexto de que ella, supuestamente, se había negado a pagar.
«(La empleada) me apartó y me dijo que esperase a un lado para pagar. Después de diez minutos esperando para pagar con la tarjeta de crédito en la mano, me dice que ya ha cerrado la puerta, que me ha desembargado y que ya no puedo entrar al avión ni pagando», relató Carmen, subrayando que «no es cierto» que se negara a pagar el importe.
Por si fuera poco, la empleada de Ryanair también falsificó el «documento oficial» de su vuelo, según pudo verificar más tarde gracias a «un chico del aeropuerto». «Le expliqué a las azafatas con lágrimas en los ojos que mi abuelo se estaba muriendo y quería llegar a Asturias para despedirme de él. Les dio igual», apuntó Carmen. «Perdí el vuelo, el dinero y lo peor de todo, perdí la oportunidad de despedirme de mi abuelo para siempre».
Antes de poner fin a su vídeo, en cuya descripción denuncia que el equipo de trabajo de Ryanair no tiene «humanidad», la joven destaca que no se le ofrecieron alternativas, como poder tomar otro vuelo, ni que tampoco pudo acudir a ningún mostrador de la compañía, pues no había «porque prefieren ahorrar costes».
«Escribí reclamaciones y nadie me ha contestado aún. Esto no puede seguir ocurriendo», concluyó Carmen, quien exige «una explicación, una disculpa y una compensación» por parte de la aerolínea y muestra su queja por su política «abusiva» sobre el cobro de equipaje. «Los derechos de los pasajeros deben estar por encima de los beneficios de las aerolíneas», añadió.