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Un país donde la salud mental no existe en el presupuesto

Publicado: octubre 10, 2025, 5:00 am

El Gobierno de México ha gastado menos de 30 pesos per cápita en salud mental en la última década. ¿No les parece una locura asignar un presupuesto tan raquítico a este problema? Estamos hablando de algo que afecta, mínimo, a 15% de la población. En vez de nombrar una abstracción llamada salud mental, digamos depresión clínica, ansiedad, esquizofrenia, autismo, estrés postraumático, adicciones…

¿Miopía? ¿Insensibilidad? ¿Mezquindad? ¿Tacañería? ¿Estulticia? Pongan ustedes el calificativo. El hecho es que lo que ocurre en México está en sintonía con lo que pasa en el mundo. Los países ricos destinan 65 dólares per cápita del presupuesto a salud mental. Los países pobres, cuatro centavos de dólar, según el informe 2024 Atlas of Mental Health de la Organización Mundial de la Salud.

El presupuesto público de México dedicado a salud mental es aproximadamente 40 veces mayor que el de los países pobres y 40 veces menor al de los países ricos. ¿Medianía o mediocridad?, escojan ustedes las palabras. El gasto en salud mental ha sido entre 1.2 y 1.6% del presupuesto total de salud, de acuerdo con un estudio del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria. Según los expertos, debería ser tres veces mayor. En vez de 3,400 millones de pesos, estar más cerca de los 10,000 millones de pesos.

El bajo presupuesto público pone presión a las finanzas personales o familiares. Una terapia personal vale entre 450 y 2,500 pesos. Sumen una cantidad parecida en medicamentos. Es mucho dinero en un país donde el salario promedio es de alrededor de 600 pesos diarios. En la práctica, la inmensa mayoría de personas no recibe la atención que requiere. Es el triste presupuesto, pero también la escasez de especialistas. La OMS recomienda que haya, al menos, un psiquiatra por cada 10,000 habitantes. En México, es 0.3. Cuando la demanda supera la oferta… hay demanda no atendida y, puede haber, menor calidad en la atención.

¿Cuántas personas necesitan atención… cómo cuidar de ellos? Hay una dificultad de hacer una cuenta precisa, entre otras cosas, por el tamaño del subregistro. Eran (¿éramos?) muchos y se multiplicaron con la pandemia. Uno de los datos más elocuentes está en las estadísticas de suicidios. Según el INEGI, eran 5.1 por cada 100,000 habitantes en 2014. En 2024, llegó a 6.8 por cada 100,000. Un aumento de 30% en una década.

¿Cuánto nos cuesta la salud mental… mejor dicho, cuánto nos cuestan las enfermedades mentales? En el mundo, la depresión y la ansiedad cuestan un billón de dólares al año (millón de millones), según la OMS. Esto equivale a 0.9% del PIB mundial. Si en México tuviera un impacto similar, 0.9% del PIB nacional, estaríamos hablando de una cifra cercana a los 31,000 millones de pesos anuales.

Parece mucho, pero quizá es más alto. Recuerden que hay un subregistro. En México, tres de cada 10 personas sufren un episodio importante de salud mental en su vida y dos de cada tres no recibe atención, según el IMSS.

Los expertos distinguen entre los costos directos y los indirectos. Los costos directos están relacionados con el gasto en medicinas y tratamientos. Los indirectos incluyen otras facetas, de las cuales, lo más estudiado es el impacto en las actividades relacionadas con el mundo del trabajo.

Hay una pérdida de productividad y una reducción en la participación laboral de quienes padecen una enfermedad mental o pasan por una crisis. La pérdida de productividad puede ser cercana al 30% y se manifiesta en ausentismo o presentismo (estar en el lugar de trabajo, sin hacer casi nada).

Los trastornos mentales pueden hacer imposible participar en el mercado laboral. De acuerdo con la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo, hay alrededor de 41 millones de personas que están en edad de trabajar, pero no lo hacen. Son económicamente no activas en México. Hace un año eran 1.3 millones menos.

Algunas de ellas se dedican a tareas del hogar y otras estudian, pero no sabemos cuántas no están en el mercado laboral por cuestiones relacionadas con salud mental: depresión, ansiedad, adicciones, autismo, esquizofrenia, síndrome de estrés postraumático.

¿Qué hacemos? ¿Podemos tener un presupuesto más empático con los problemas de salud mental… menos enfermo?

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