Publicado: marzo 19, 2025, 3:30 pm
A pesar de haber presumido siempre de su origen humilde, la vida actual de Omar Montes dista mucho de lo que un día pudo haber sido. Actualmente, el ganador de ‘Supervivientes’ es toda una estrella del reggaeton en nuestro país y aunque en numerosas ocasiones ha mostrado su lado más solidario en su barrio de Pan Bendito, lo cierto es que, a día de hoy, no se priva de ningún capricho.
Desde que iniciara su relación con Isabel Pantoja y su carrera musical despegase, Omar Montes ha ganado mucho. De hecho, en momentos puntuales, ha sido el cantante más escuchado en España, embolsándose «cifras de más de seis números», tal y como confesaba él mismo en ‘Planeta Calleja. «Tengo 15 discos de platino en un año. Todas las canciones que he hecho hasta ahora han sido un hit», presumía entonces.
Los lujos de Omar Montes
Aunque se crio en Pan Bendito, donde continúo viviendo con sus abuelos y su madre, en 2023 Omar Montes se mudó a un chalet ubicado en Montepríncipe, una de las urbanizaciones más caras de Madrid, situada en Boadilla del Monte.
Se trata de una parcela de más de 2.000 metros cuadrados, 320 de vivienda en dos plantas con garaje, bodega, piscina o gimnasio, entre otras comodidades. En total, le habría costado algo más de 1,1 millones de euros.
Además, el artista tiene varios pisos en su antiguo barrio y numerosos caprichos que no duda en compartir en redes sociales: coches de lujo, joyas de oro y ropa de marca. Tras ganar Supervivientes, se compró un collar de oro y diamantes de 100.000 euros. Y su reloj le costó unos 300.000 euros.
@ultimahoranius Omar Montes explica por qué quiere comprarse un jet privado. #omar #omarmontes #musica #grammysgrammys2023 #latinos ♬ sonido original – ÚLTIMA HORA NOTICIAS
Aunque, para caprichos ostentosos, el que tuvo en mitad de la pandemia, cuando, durante el programa de Pablo Motos en El Hormiguero, confesaba sus ganas de comprarse un avión «por necesidad», para moverse con mayor libertad. Aunque el presentador le tentó con grandes aviones de millones de euros, Montes dijo conformarse con uno de unos 250.000 euros.
Finalmente, el parking y el mantenimiento del aparato se le hicieron demasiado costoso y se decantó por un helicóptero. Sin embargo, antes de cerrar la negociación, pidió que les diesen un paseo por el aire y, al marearse tanto, acabó por perder las ganas de comprárselo.