Antes de la masacre terrorista de Año Nuevo en Nueva Orleans , las autoridades federales de Estados Unidos habían advertido sobre un inquietante resurgimiento del ideario yihadista del Estado Islámico (Daesh) , reflejado en detenciones de ciudadanos estadounidenses e inmigrantes que planeaban ataques en territorio norteamericano. Este reciente atentado, uno de los más mortíferos en suelo estadounidense desde el 11 de septiembre de 2001, ocurre en un contexto donde el grupo terrorista, aunque debilitado en sus antiguos dominios en Irak y Siria, demuestra una alarmante capacidad de causar estragos. Su estrategia, marcada por la simplicidad brutal, busca maximizar el daño contra civiles utilizando incluso métodos rudimentarios, dejando en evidencia el persistente desafío que representa para la seguridad nacional. El presidente… Ver Más