La identificación de asteroides en posible ruta de colisión con la Tierra será más fácil a partir de ahora gracias a la nueva ecuación desarrollada por el científico español Óscar del Barco Novillo , de la Universidad de Murcia, que supone un gran avance en la forma de rastrear sus órbitas con mayor precisión. En un nuevo estudio publicado en ‘ Monthly Notices of the Royal Astronomical Society ‘, Barco Novillo presenta un cálculo extraordinariamente preciso del ángulo de curvatura gravitacional de la luz (GBL) de un objeto masivo estático, como el Sol o los planetas que se mueven lentamente a su alrededor. Isaac Newton fue el primero en proponer que la luz, que siempre viaja en línea recta, puede curvarse a causa de la gravedad, pero fue Albert Einstein quien fue más allá y describió con detalle el proceso en su teoría de la relatividad general de 1915, con la que predijo con éxito el ángulo de desviación de la luz de las estrellas distantes. Ahora, Oscar del Barco Novillo ha desarrollado una ecuación exacta para el ángulo GBL que permite, por primera vez, señalar las posiciones precisas de objetos menores en el sistema Solar. Objetos como los que se encuentran en el cinturón de Kuiper o en la más lejana Nube de Oort. De esta forma, a partir de ahora los astrónomos podrán localizar mucho más fácilmente asteroides y otros objetos potencialmente peligrosos para la Tierra. «Nuestro estudio -dice el investigador- se basa en un modelo de óptica geométrica y proporciona una ecuación exacta para el cálculo más preciso hasta la fecha del ángulo GBL de un objeto masivo estático, como el Sol o los planetas del Sistema Solar. Lo cual podría tener implicaciones en el posicionamiento preciso de estrellas distantes, así como en la ubicación correcta de objetos menores del Sistema Solar, como los asteroides, para una mejor estimación de sus órbitas exactas. En consecuencia, diferentes ramas de la astronomía y la astrofísica, como la mecánica celeste o la dinámica estelar, podrían beneficiarse de este nuevo resultado». La nueva ecuación también puede ayudar a localizar con mayor precisión galaxias distantes cuya visión está distorsionada o magnificada por grandes cantidades de masa intermedia, que curvan la luz creando el conocido efecto de lente gravitacional. El avance también es importante en el campo de la astrometría, una rama de la astronomía que implica mediciones precisas de las posiciones y movimientos de las estrellas y otros cuerpos celestes, e incluso podría servir para generar mapas más precisos de distribución de masa en cúmulos de galaxias, tarea a la que se dedica la misión Euclid de la Agencia Espacial Europea, que reveló sus primeras imágenes el año pasado y cuya misión es investigar cómo la materia y la energía oscuras han hecho que nuestro Universo tenga el aspecto actual. Durante los próximos seis años, en efecto, Euclid observará las formas, distancias y movimientos de miles de millones de galaxias en un radio de 10 mil millones de años luz, con el objetivo de crear el mapa cósmico 3D más grande jamás creado. Según Barco, «la importancia fundamental de nuestra nueva ecuación es su alta precisión» mucho mayor de la que brindaban cálculos aproximados anteriores. «Como resultado, podría ser fundamental para encontrar una ubicación precisa de objetos celestes menores en nuestro sistema solar y, en consecuencia, una mejor determinación de sus órbitas alrededor del Sol».