Después de un año aciago tras la detección de un cáncer, la princesa de Gales, Kate Middleton, va regresando poco a poco a la vida pública. Este mes de diciembre se la ha podido ver en un tradicional concurso de villancicos, así como acompañando a su marido, el príncipe Guillermo, en una ceremonia de bienvenida al Emir de Qatar. A pesar de su presencia en estos dos actos tan próximos, su vuelta a la rutina que llevaba antes del cáncer todavía está lejos de ser una realidad, según apunta un amigo de la familia.
«No ha vuelto a la normalidad», ha apuntado a la revista People una persona de su círculo más cercano al advertir de que «no se ha recuperado por completo». A pesar de ello, hay señales de «luz al final del túnel», añade.
La propia Kate Middleton advertía el pasado 9 de septiembre, cuando anunciaba el final de su tratamiento de quimioterapia, que el camino hacia la «curación y la recuperación total es largo«.
El entorno más próximo a la princesa asegura que su enfermedad ha cambiado su enfoque a la hora de ver las cosas, tanto en su casa como de cara a sus deberes reales. «No volverá a trabajar de la misma manera durante mucho tiempo», ha asegurado a People una fuente cercana a la familia real.
«Las enfermedades que amenazan la vida hacen que reconsideremos las prioridades. Ella y Guillermo siempre han dejado en claro que la familia es lo más importante», agregan estas fuentes próximas.
Por lo pronto, desde Palacio ya han advertido de que la decisión de asistir a compromisos en 2025 se tomará de acuerdo con el asesoramiento médico. «Probablemente (Kate Middleton) seguirá siendo estratégica sobre la frecuencia con la que aparece en público, y la gente no debería reprocharle que lo haga menos el próximo año», señala Sally Bedell Smith, biógrafa de la familia real británica. «Lo importante es que se controlará a sí misma. Hará lo que pueda y se dedicará a las cosas que le apasionan», añade.
La misma idea ha transmitido la exsecretaria de prensa de la reina Isabel II, Ailsa Anderson: «Es miembro de la familia real, pero también esposa, madre e hija. No esperen demasiado: es una persona que está pasando por algo horrible«, señala.
De momento, indica Anderson, «la estrategia de una visita inesperada le da flexibilidad. No tiene la presión de sentir que tiene que presentarse».
Mientras trata de conjugar sus rutinas familiares con las apariciones públicas, la princesa de Gales se prepara para las fiestas navideñas, que prevé pasar junto al príncipe Guillermo y sus tres hijos, George, Charlotte y Louis, en Sandringham, junto al rey Carlos III.