Publicado: mayo 8, 2025, 12:00 am
El mundo católico está a la espera del humo blanco que preceda la frase “Habemus Papam” y eso mantendrá un solo tema de discusión en los medios que, entonces, se dedicarán a contar Santo y seña del nuevo Vicario de Cristo.
Eso desplaza cualquier espacio en la mayoría de los noticieros y en la discusión pública para otros temas, desde los habituales de la violencia en México, ni qué decir del dato inflacionario de abril pasado que hoy publicó temprano el Inegi, o bien el arranque de la 88 Convención Bancaria.
El encuentro anual de los banqueros con las autoridades habitualmente es un asunto de interés limitado salvo cuando, claro, se trata de épocas electorales y despierta el morbo de la opinión pública la reunión de los aspirantes presidenciales con los representantes de estas empresas financieras.
El programa de la convención de este año en Nuevo Nayarit está más bien flojo, con las intervenciones habituales de los funcionarios del sector financiero, algunos expertos y el primer mensaje de Claudia Sheinbaum en su calidad de presidenta de México.
Suelen estos encuentros ponerse mejor en los pasillos y en los cocteles, porque es cuando más se sueltan algunos banqueros a platicar algunos detalles, o chismes, del sector y por ahora está bueno aquello de revivir el episodio del Fobaproa que el régimen usa para apabullar al expresidente Ernesto Zedillo.
Pero hay algo que seguramente el gobierno federal hubiera querido lucir con todos los reflectores posibles como uno de sus triunfos al estilo de Cuarta Transformación.
Se trata del resultado de sutil sugerencia presidencial a los bancos de ofrecer créditos con tasas más bajas y para lo cual puso a trabajar a su Secretario de Hacienda.
Hoy la presidenta Sheinbaum va a inaugurar esta convención y no hay la expectativa de que sus palabras se alejen mucho del tono habitual de sus mensajes mañaneros.
Todos esperan que, aunque prive la visión unilateral de que todo está muy bien en el país, la economía, las finanzas, al menos se note un regreso del sentido común que se perdió por completo en cada discurso que daba el expresidente López Obrador.
Pero después del mensaje inaugural Claudia Sheinbaum, junto con sus funcionarios del gobierno federal, y Julio Carranza Bolívar, presidente de la Asociación de Bancos de México y otros representantes de estas instituciones, van a firmar el acuerdo entre ambas partes para impulsar el financiamiento a las Mipymes.
¿Cómo se resuelve que un gobierno quiera créditos a tasas más bajas mientras la realidad es que la inseguridad jurídica aumenta con la aniquilación de la autonomía del Poder Judicial?
De entrada, con política, promesas, aplausos y un acuerdo como el que hoy se firma.
Pero cómo hacer que funcione un programa de créditos para el emprendimiento que tenga garantías para la banca, tasas más bajas para los acreditados y dividendos políticos para el gobierno.
Por lo pronto, lo que se de a conocer hoy difícilmente será la noticia central de mañana, lo que hay que ver es que no sea una fotografía más, de un acuerdo más, que pase al olvido y en esta ocasión será mucho más rápido.