Última llamada para subirse al tren de la Final Four - Venezuela
Registro  /  Login

Otro sitio más de Gerente.com


Última llamada para subirse al tren de la Final Four

Publicado: mayo 30, 2025, 4:30 am

Dos semanas después del arranque de una eliminatoria que se ha revelado mucho más igualada de lo esperado, este viernes baja el telón del Betis Baloncesto-Odilo Cartagena con su quinta y última función. Hoy, cerca de las once de la noche, habrá fumata blanca o negra para el equipo de Gonzalo García de Vitoria . Sabrá entonces, seguramente después de un pulso de alto voltaje y muy parejo, si continúa su aventura por el ascenso con el viaje hasta la Final Four de la Caja Mágica para medirse al Estudiantes o, por el contrario, le pone punto final a la temporada con vacaciones que serían anticipadas y, de primeras, muy poco gratas para una plantilla que tiene entre ceja y ceja el regreso a la Liga Endesa. Osado, muy osado, fue desde un inicio el discurso del presidente, Pedro Fernández , y tan valiente como obligada la asunción de tamaña responsabilidad por parte del plantel, repleto de jugadores de pedigrí ACB y con muchos kilómetros en sus piernas, que si aceptaron venir hasta Sevilla declinando otras ofertas fue para devolver a este club a la máxima categoría nacional. No pudo ser a través de la vía rápida del ascenso directo, tren de alta velocidad al que se subió el San Pablo Burgos , y aquí anda, con la tensión por las nubes y la responsabilidad pesando como un quintal en esta carretera secundaria del play off que conduce hasta esa última etapa, el doble repecho definitivo, de la Final Four. Al Betis Baloncesto, por economización de esfuerzos, le convenía más que a nadie una eliminatoria liviana, menos exigida por lo menos, pero lo que se ha encontrado delante es un rival con ideas muy claras, planteamiento marcial que lleva a rajatabla, una defensa tan coriácea como agresiva y un ramillete de jugadores que van a pecho descubierto, jugando sin presión, con piernas frescas y corazón caliente, dando lo mejor de sí mismos. Jordi Juste, su entrenador, está poniéndose en el escaparate con esta eliminatoria, si es que no lo estaba ya. Al Betis le ha hecho pupa en el segundo y el tercer partidos, acorralándolo. El domingo, de hecho, vivió una situación límite. Con medio cuerpo asomado al precipicio de la eliminación, el equipo verdiblanco recompuso la figura y aplacó la euforia del Cartagena, poniendo sordina en su pabellón con otro esfuerzo hercúleo para restablecer el 2-2 en el parcial forzando el quinto partido . Una última función que de nuevo se escenificará en un San Pablo que el club desea sea olla a presión tras estar semivacío en los dos primeros capítulos del cruce. Esta semana ha lanzado el club promociones encaminadas a buscar ese abrigo tan necesario. Es cierto que la afición aprieta, pero este tipo de partidos lo ganan los jugadores y el cuerpo técnico con sus acertadas decisiones en momentos clave. Como la de darle carrete a Rubén López de la Torre , factor inesperado el domingo y determinante para la suerte del cuarto episodio de la serie. El madrileño, supermotivado, se erigió en un elemento indetectable para la defensa cartagenera, a la que castigó en cortes, por la línea de fondo, con tiro exterior y culminando transiciones. Un todoterreno que lideró la primera andanada verdiblanca y luego maximizó su presencia en pista con altas dosis de productividad. T odo un ejemplo de eficiencia el suyo: 22 puntos y cinco rebotes en apenas quince minutos en pista. No fue el más valorado, repitió en este apartado Hughes , que puso la puntilla, pero quien más impacto tuvo en el partido fue Rubén. Un as bajo la manga de García de Vitoria, como demostración evidente de que en un play off a cinco encuentros siempre cabe alguna sorpresa , en forma de inesperado movimiento de fichas en el tablero de la igualdad, cuando parece que ya toda la baraja está enseñada. La victoria del domingo, importantísima como bombona de oxígeno para el Betis, no esconde las dificultades que se está encontrando. La fundamental, a nivel físico: el Cartagena está explotando este filón. Es un plantel más joven, de chasis potente, y sus jugadores están encimando mucho, especialmente en la primera línea, pegándose a Benite, Hughes y Renfroe . Y jugando muy agresivo. De ese guion no se va a salir. En el cuarto encuentro, los verdiblancos perdieron 20 balones, aunque lograron compensarlo con 20 asistencias y mediante el control del rebote. A esa viscosa defensa, muy intensa, al límite, se enfrentará de nuevo hoy el Betis Baloncesto, que a semejanza de lo sucedido el domingo debe candar su rebote evitando las segundas opciones en la medida de lo posible aunque la eliminatoria esté dejando un dato sorprendente: de los cuatro partidos, en tres de ellos ganó el equipo que menos tiros a canasta efectuó. Importó más la calidad que la cantidad. Y en la balanza del talento, gana el Betis. Jordá, Hermanson, Van Eyck (es duda) y Ugochukwu son hasta ahora los cuatro jugadores de mayor peso específico del Cartagena. Los que pueden liderar por fases a su equipo y a quienes conviene sujetar en corto. Las deflagraciones albinegras los tienen como protagonistas. El Betis , curiosamente, ha tenido mayor mando en los dos capítulos a domicilio que en los dos de San Pablo. Aunque perdiera el tercero, al último cuarto de los dos jugados en Cartagena llegó con al menos una decena de puntos en el zurrón. En Sevilla, en cambio, empató el primero sobre la bocina, para ganarlo en la prórroga, y en el segundo se fue desinflando desde el segundo cuarto. Si en la eliminatoria ha cobrado mucho peso el componente físico, también lo ha tenido el psicológico . Y más ahora, en el quinto asalto. El factor cancha retorna al Betis Baloncesto, portador de casi toda la presión. Y eso tiene que gestionarlo el equipo a través de sus jugadores más experimentados. La veteranía es un grado , dicen, y debe plasmarse en momentos como este, a las puertas de una final en minúsculas por lo determinante del resultado: el acceso a la última fase de la temporada está en juego y el Betis no se quiere perder ese reservado en la madrileña Caja Mágica.

Related Articles