Publicado: julio 26, 2025, 3:30 am
Sin prisa, pero sin pausa, el cambio climático sigue adelante. Las temperaturas medias del planeta suben desde hace décadas y con ellas el deshielo y el aumento de los océanos. Bien lo saben en Tuvalu. Les va la vida en ello. El país menos visitado del mundo está a punto de desaparecer bajo las aguas del mar.
Las islas Tuvalu son un diminuto archipiélago del sur del Océano Pacífico. Entre Australia y Hawai, es el segundo país menos poblado del mundo, tras el Vaticano, con casi 10.000 habitantes. Son 25 kilómetros cuadrados de superficie, repartidos en nueve atolones y decenas de pequeñas islas de coral.
Tuvalu es independiente desde 1988. Su nombre, en el idioma indígena local, significa «ocho de pie juntos», que simbolizaba las ocho islas con población permanente y estable. Es el país más amenazado por el cambio climático. Tuvalu puede ser el primer Estado en desaparecer por la subida del nivel de los mares, según los datos emitidos por el Panel Intergubernamental del Cambio Climático.
Bajo la marea alta
La alarma no acaba de llegar; suena desde hace años. «Nuestro entorno está cambiando de manera trágica y los ancianos han notado los cambios: algunas playas han desaparecido, los islotes están siendo cubiertos por el océano y los cultivos mueren por el agua salada», escribió en 2007 el entonces primer ministro de Tuvalu, Apisai Lelemia, en la revista Crónica ONU.
Diez años después, el primer ministro de ese momento, Enele Sopoaga, pidió al entonces presidente de Estados Unidos que fuera «responsable» y no abandonara el Acuerdo de París. Donald Trump, en su primer mandato, no le hizo caso. El 4 de noviembre 2020, EEUU se retiró oficialmente del tratado internacional para frenar el cambio climático y limitar las futuras emisiones de gases de efecto invernadero.
El punto más alto del archipiélago de Tuvalu es de apenas cuatro metros. Es la segunda nación con menor altitud máxima solo por detrás de las islas Maldivas (2 metros sobre el nivel del mar). De modo que si las predicciones sobre el aumento del nivel del mar en el próximo siglo son ciertas puede ser el primer país miembro de la ONU en desaparecer por efecto del cambio climático. Ya en febrero de 2024, Funafuti, la isla principal y capital, quedó inundada por la marea alta, que superó los 3,41 metros.
Un estudio de la NASA, de 2023, prevé que en 2050 gran parte del país quede por debajo de la marea alta. En las islas Tuvalu, el nivel del mar ha aumentado 15 centímetros en las últimas tres décadas. Según el actual primer ministro, Feleti Teo, la mitad de Funafuti estará sumergida en 2050 y en 2100 será ya el 90%.
Emigrar a Australia
«Somos totalmente llanos», dice Teo. Por eso la movilidad interna no es una opción. Es por eso que sus habitantes se preparan para migrar. De momento, la primera vía de escape será Australia. Ambos países firmaron a finales de 2023 el Tratado de la Unión Falepili Australia-Tuvalu para facilitar una migración planificada, digna y ordenada, dice el gobierno australiano, que asegura que «es el primer acuerdo de este tipo en el mundo».
Gracias a este tratado, los tuvaluanos podrán residir, trabajar y estudiar en Australia, con acceso completo a sanidad y educación. Además, no estarán obligados a abandonar definitivamente Tuvalu. Casi la mitad de la población del archipiélago se irá a vivir al país de los canguros. Lo harán a través de una lotería, cuenta Reuters, pensada para evitar una fuga masiva de talentos y mantener cierta estabilidad demográfica en la pequeña nación.
El pasado 16 de junio, Australia abrió el proceso de solicitud de visados climáticos para los ciudadanos de Tuvalu. Han recibido más de 5.000 peticiones, el 55% de sus habitantes, detalla LiveScience. El plazo se cerró el día 18 de julio y, según datos recogidos por el diario japonés Nikkei Asia, 5.157 personas completaron el proceso.
Son muchos; más de los previstos. El programa firmado entre Tuvalu y Australia prevé la entrada de un máximo de 280 migrantes al año a partir de 2025. En todo caso, el Gobierno de Canberra ha escuchado el llamamiento de la pequeña nación, justo lo contrario que la Casa Blanca. Trump ha incluido a este archipiélago en la lista de 36 países cuyos ciudadanos no podrán viajar a EEUU.
Un Tuvalu virtual
Vivir en Tuvalu ya se está haciendo difícil aunque el océano no se lo haya tragado todo. Lo saben bien los agricultores. La salinidad ha llegado a los acuíferos, de modo que el agua potable y la de riego ya se han visto afectadas. De manera que se están elevando los cultivos porque el agua de mar penetra cada vez más, según ha observado Bateteba Aselu, estudiante de doctorado de la Universidad de Melbourne, en una entrevista a New Scientist.
Muchos tuvaluanos se irán a Australia y otros muchos a la red. En 2022, el Ejecutivo del archipiélago decidió dar los primeros pasos para convertirse en la primera nación digital del mundo y preservar así su identidad. Se trata de recrear el país de manera digital (ha escaneado su territorio en 3D) en un espacio virtual.
El coste de ese plan se está pagando gracias, precisamente, a internet. En 1999, la Unión Internacional de Telecomunicaciones le concedió a Tuvalu el dominio ‘tv’. Apetitoso para el mundo audivisual, un año después, el Gobierno cedió el dominio a una empresa estadounidense a cambio de 50 millones de dólares en 12 años. El país recibe un millón de dólares cada 3 meses y posee el 20% de la empresa que gestiona el dominio ‘tv’.
Pero el dinero no podrá remediar la amargura de saber que su país va a desaparecer, que ya lo está haciendo, y que sus habitantes tendrán que marchar. Desde otros archipiélagos como Kiribati o las Islas Marshall observan lo de Tuvalu con enorme preocupación. Pueden ser los siguientes.