<![CDATA[
Donald Trump envió un doble mensaje para el mundo y para México.
En su participación vía remota en el Foro de Davos hizo una peculiar invitación/advertencia a la comunidad internacional de empresarios: inviertan en EU; de lo contrario, tendrán que pagar aranceles si quieren exportar a EU.
Por otra parte, la señal que el Presidente de EU envió a México, fue alentadora.
En el contexto de las amenazas de imponer aranceles que ha venido profiriendo en los últimos meses; expresó que “con México estamos lidiando, creo que muy bien”.
La reacción en el mercado cambiario fue inmediata.
El tipo de cambio del peso frente al dólar se apreció notablemente.
Cerró en 20.38 pesos con una apreciación de 11.1 centavos y llegó a tocar un mínimo de 20.27.
Fue la divisa más apreciada.
El fraseo de Trump en torno a México, lo interpretó el mercado cambiario, de manera positiva.
Frente a la rispidez de las declaraciones de Trump, como candidato, como presidente electo y como presidente de Estados Unidos, la breve referencia de México en la que diferenció el trato positivo con México respecto de Canadá –frente a los empresarios, políticos e intelectuales reunidos en Suiza–, tocaron un fuerte timbre de optimismo que se reflejó de manera inmediata en el fortalecimiento del peso.
Y, muy seguramente, en el gobierno mexicano, varios habrán brincado de gusto.
La posibilidad de que los gobiernos de Estados Unidos y México encuentren el camino de la comunicación y coordinación, sin duda alguna es muy positivo.
El gobierno de Claudia Sheinbaum ha venido trabajando, en los dos temas que preocupan al gobierno de Trump: la confrontación a los grupos criminales y la migración.
En los últimos días, los mensajes de la Presidenta de México han sido claros: México va a coordinarse con EU.
En la primera conversación que sostuvieron el secretario de Relaciones Exteriores, Juan Ramón de la Fuente y el secretario de Estado, Marco Rubio, la comunicación fue efectiva.
Apenas unas horas después de este primer contacto, vinieron las declaraciones de Trump, ni más ni menos que en el Foro de Davos.
Con toda la repercusión internacional que puede tener la declaración del presidente estadounidense en un foro internacional
Sin embargo, lo que debe preocupar al gobierno mexicano es la invitación/advertencia a la comunidad empresarial internacional.
Les dijo abiertamente que si no instalan sus plantas productivas en territorio estadounidense, tendrán que pagar tarifas a su gobierno.
Lo que se agrava, con el ofrecimiento de concederles el nivel de impuestos “más bajo del mundo”.
Ambas intenciones van directamente en contra del propósito de atraer el mayor volúmen de Inversiones Extranjeras Directas posibles, al amparo del fenómeno de la relocalización o nearshoring.
En los dos casos, se trata de medidas que marcan claramente el perfil proteccionista de Donald Trump y su política Make America Great Again (Maga)
Trump está convencido de que va a cambiar el sistema de relaciones económicas de su país.
Y cree que la vía para lograrlo es una política de imposición de aranceles que le permita recaudar “cientos de miles de millones de dólares”, que se dirigirán “al Tesoro de EU” para fortalecer la economía y pagar su deuda.
También anunció la mayor campaña de desregulación de la historia que transformará a Estados Unidos en el mejor lugar en la Tierra para crear empleos, construir fábricas y hacer crecer a las empresas.
Ha dicho que buscará reducir el déficit comercial que tiene EU con otros países
Y en el colmo de lo increíble advirtió que presionará a la FED para que realice “inmediatamente” una reducción de las tasas de interés.
Se pronunció porque bajen las tasa de interés en todo el mundo.
Donald Trump en su segundo mandato, buscará marcar un cambio radical.
México tendrá que buscar la manera de convencer al gobierno estadounidense de que el fortalecimiento del bloque norteamericano, debe incluir al territorio nacional como tierra de oportunidad para las inversiones.
La integración manufacturera de México y Estados Unidos es muy sólida y el fortalecimiento económico de México depende de un trato especial que permita que se asienten en el país las empresas y las inversiones que procuren la consolidación de la integración de manufactura y comercial.
Esa vía le permitirá a México, continuar con el abatimiento de la criminalidad y la contención en México de su fuerza de trabajo.
México ahora no sólo debe procurar evitar los aranceles o una mala revisión o eventual renegociación del T-MEC. También debe evitar que con su política proteccionista, Trump impida que se beneficie de inversiones internacionales.
Veremos.
]]>