Publicado: diciembre 22, 2024, 11:20 pm
Presume Putin de misil. El Oréshnik fue utilizado por primera vez el 21 de noviembre contra una fábrica de armamento en Ucrania. El presidente ruso asegura que su nuevo arma es imbatible para las defensas de Occidente. Tanto que ha retado a Estados Unidos a un «duelo» entre misiles hipersónicos y defensas antiaéreas.
Al otro lado del frente de guerra, Ucrania ha desarrollado ‘Infierno’, mitad misil, mitad dron. El artefacto, que ya ha sido probado en operaciones de combate de la guerra contra Rusia, pretende ser una alternativa a las armas facilitadas por EEUU y sus socios de la OTAN, que están sujetas a restricciones de uso.
Con menos recursos y tropas que Moscú, los esfuerzos militares de Kiev no descartan ningúna posibilidad. Ahora anuncian un sistema de armas de defensa aérea láser para derribar drones y misiles rusos. Se llama Tryzub («tridente», en ucraniano) y puede atacar objetivos a altitudes superiores a dos kilómetros.
Arma de energía dirigida por láser
El coronel Vadym Sukharevskyi, comandante de las Fuerzas de Sistemas No Tripulados dentro del ejército ucraniano, es quien ha dado cuenta de esta última invención. «Funciona de verdad; existe de verdad. Podemos afirmar que hoy Ucrania es, si no me equivoco, el quinto país que puede decir que tiene un arma láser», aseguró durante su intervención en una cumbre de defensa celebrada en Kiev esta semana.
Funciona de verdad; existe de verdad. Ucrania es hoy el quinto país que puede decir que tiene un arma láser»
Aunque se desconoce cómo desarrolló Ucrania el Tryzub, algunos expertos en defensa creen que podría haberse inspirado en un diseño británico. Mencionan el DragonFire, un arma de energía dirigida por láser (LDEW, por sus siglas en inglés), que utiliza un intenso haz de luz para atravesar su objetivo y puede atacar a la velocidad de la luz.
El DragonFire se diseñó para derribar drones, misiles, aviones e incluso satélites y podría estar operativo en 2027. En abril, el exministro británico de Defensa, Grant Shapps, dijo que podría usarse potencialmente en Ucrania para combatir contra los drones rusos.
Cómo es el arma láser de Ucrania
De Tryzub se sabe poco. Este arma láser es capaz de derribar aviones a distancias de más de dos kilómetros. Podría contrarrestar los misiles hipersónicos rusos, que pueden alcanzar una velocidad de 6.115 km/h y son difíciles de derribar con el armamento actual.
Si es realmente así, entonces Ucrania tendría una enorme ventaja en su lucha contra Rusia. Los expertos citados por The Telegraph señalan que Tryzub podría allanar el camino a una alternativa de bajo coste a los misiles, para derribar objetivos como drones.
Además, si se inspira en el DragonFire británico, podría tener un gasto operativo inferior a 12 euros por disparo y un «cargador infinito». Frente a lanzadoras de proyectiles o cañones (armas tradicionales), que tienen una cantidad finita de munición, un láser de alta energía puede disparar mientras tenga energía.
Los láseres permiten derribar armas baratas como los drones sin utilizar armas mucho más costosas»
«El gran interés de los láseres es que permiten derribar armas baratas como los drones sin utilizar armas mucho más costosas«, declaró a ese periódico Martin J. Dougherty, experto en armamento y autor de Aircraft, Tanks and Artillery of the Ukraine War (Aviones, tanques y artillería de la guerra de Ucrania).
Virtudes y defectos
Patrick Senft, de Armament Research Services, consultora especializada en la investigación de armas y municiones, le ha dicho a la CNN que es «completamente factible» que Ucrania haya desarrollado un arma de energía dirigida (DEW, por sus siglas en inglés) capaz de destruir ciertos tipos de objetivos aéreos. Compara el sistema ucraniano con el LaWS de la Marina de EEUU.
Un arma láser es efectiva contra drones lentos y de bajo vuelo, como los utilizados por Rusia en la actual guerra, pero no lo puede todo. Los objetivos que se mueven más rápido o son más resistentes al calor (como los proyectiles de artillería y los misiles balísticos) son mucho más difíciles de neutralizar y exigen un sistema más avanzado, opina Senft.
