Publicado: mayo 11, 2025, 12:11 am
Albert Camus alertaba de que la tiranía no se edifica sobre sus propias virtudes, sino sobre las fallas de los demócratas. Con esas palabras se refería a legitimar lo ilegitimable, a la degradación de las instituciones y a la enfermiza búsqueda de sumisión completa al Gobierno. La asfixiante intromisión de la política en la vida empresarial ha desarrollado un sistema prebendario que da por imposible cualquier compatibilidad entre la política y la moral y lleva al derrumbe la estructura corporativa. El proceso es simple y poco virtuoso, pero eficaz en ausencia de escrúpulos: el político de turno sitúa a su amigo/a/e de turno en posiciones críticas de una empresa, ya sea participada total o parcialmente por fondos públicos, con la… Ver Más