La presión del Real Madrid suele tener el mismo impacto en el juego que una regañina a mi hija. A la vez que le estoy intentando explicar que lo que ha hecho no está bien, ya se está dando la vuelta para reincidir, pero, a veces, las menos, me deja con el molde y sigue mis indicaciones sin rechistar. Así actúa el Madrid de Ancelotti cuando decide irse a morder al área rival. Normalmente, persigue sombras, convierte un ejercicio colectivo en un caos individual y abandona pronto, pero muy de vez en cuando, hasta insiste y le sale bien. Así cimentó el Madrid su goleada en Montilivi , con un gol iniciado tras una recuperación de Valverde en campo del… Ver Más