Publicado: agosto 18, 2025, 4:00 pm

El Tren de Aragua se ha convertido rápidamente en uno de los grupos criminales más infames de América Latina y el Caribe, transformándose en una prioridad de seguridad para los gobiernos de la región. Estados Unidos lo ha designado como una organización terrorista y lo ha acusado de orquestar una invasión.
Por insightcrime.org
No obstante, el presidente venezolano Nicolás Maduro asegura que su gobierno ha erradicado al Tren de Aragua en su país de origen. Entonces, ¿cuál es la verdad sobre la banda? ¿Es una potencia criminal en expansión o simplemente una organización criminal exitosa?
Tres años de trabajos de campo en diversos países arrojan luz sobre el Tren de Aragua: su evolución, sus tácticas actuales y las posibles transformaciones que podría experimentar en el futuro.
¿El Tren de Aragua es una organización terrorista empeñada en invadir Estados Unidos o es una fuerza criminal debilitada utilizada como una excusa para atacar al régimen venezolano? Estas dos descripciones, diametralmente opuestas, son las que presentan Estados Unidos y Venezuela, respectivamente.
Donald Trump utilizó la amenaza del Tren de Aragua durante su exitosa campaña presidencial en 2024, citando a la banda venezolana como ejemplo de organizaciones criminales extranjeras que amenazan a Estados Unidos. También usó al Tren de Aragua para reforzar su llamado a las deportaciones masivas.
Al asumir la presidencia en enero de 2025, Trump no perdió tiempo en declarar a la banda venezolana, junto a otros grupos, como una organización terrorista extranjera y “una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional, la política exterior y la economía de Estados Unidos”.
En marzo, invocó la Ley de Enemigos Extranjeros de 1798, una normativa rara vez utilizada, para acelerar la deportación de migrantes que, según él, eran miembros del Tren de Aragua. Trump insistió en que la banda venezolana estaba “perpetrando, intentando y amenazando con una invasión o incursión hostil contra el territorio de Estados Unidos”.
Luego, en julio, el Departamento del Tesoro de Estados Unidos sancionó a la cúpula del Tren de Aragua, encabezada por Héctor Rusthenford Guerrero Flores, alias “Niño Guerrero”, por quien se ofrece una recompensa de US$5 millones, y Yohan José Romero, alias “Johan Petrica”, con una recompensa de US$4 millones. El comunicado aseguró que el Tren de Aragua “continúa expandiéndose”.
En agosto, la recompensa por información que llevara a la captura del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se elevó a la histórica cifra de US$50 millones. La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, justificó este récord asegurando que “Maduro utiliza organizaciones terroristas extranjeras como el Tren de Aragua, el Cartel de Sinaloa y el Cartel de los Soles para introducir drogas letales y violencia en nuestro país”.
Las afirmaciones sobre el Tren de Aragua provenientes de funcionarios en Venezuela no podrían ser más distintas.
En julio de este año, Maduro afirmó en un acto policial que Venezuela había “acabado con el Tren de Aragua”.
En 2024, el canciller venezolano, Yván Gil, declaró que el Tren de Aragua ya no existía.
“Hemos demostrado que el Tren de Aragua es una ficción creada por los medios internacionales para crear una etiqueta inexistente”, dijo.
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