Publicado: noviembre 15, 2025, 11:30 am

Un nuevo informe de nuestra organización sobre el rol de la empresa argentina Ex-Clé S.A – y su filial venezolana Ex-Clé Soluciones Biométricas C.A.– así como el papel de sus propietarios, muestra cómo se convirtieron en testigos claves del fraude en las elecciones presidenciales del 28 de julio 2024, pues son actores centrales del sistema electoral venezolano que han acumulado un poder decisivo sobre la infraestructura de votación, la autenticación de electores y la transmisión de resultados, rol que han obtenido por su relación con el poder político de Venezuela en las últimas dos décadas.
Testigos claves
Como en todos los procesos electorales celebrados en Venezuela a partir de 2017, en las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024 el control de Ex-Clé fue total:
Programación de todos los equipos de votación.
Diseño y auditoría de las bases de datos de impresiones dactilares de los electores.
Configuración de los equipos de identificación biométrica de votantes.
Organización de la revisión de los programas de escrutinio, transmisión y totalización de resultados.
Definición de los protocolos de seguridad y encriptado de las líneas de transmisión de datos hasta los servidores del CNE.
Definición del diseño, alcance y ejecución de las auditorías internas, esenciales al sistema de votación antes del 28 de julio (incluyendo hardware y software de la máquina y del sistema de totalización).
Capacitación de operadores
El control total sobre la infraestructura tecnológica y los datos de transmisión y totalización evidencia que la empresa Ex-Clé posee la información necesaria para verificar o refutar los resultados oficiales proclamados por el Consejo Nacional Electoral (CNE), que dieron a Nicolás Maduro como ganador.
Organizaciones de observación electoral y grupos civiles venezolanas solicitaron a Ex-Clé, especialmente en Argentina (sede de la matriz), que explicara el funcionamiento de la plataforma; que aclarara las denuncias de supuestos hackeos; que informara sobre las auditorías no realizadas y que diera acceso a actas o registros consolidados. Ex-Clé nunca respondió y tampoco emitió comunicados, ni participó en conferencias de prensa para hablar sobre el tema.
Eje tecnológico del Poder Electoral en Venezuela
Ex-Clé pasó de ser un proveedor de servicios biométricos para varios entes del Estado venezolano a ser el único operador tecnológico electoral, por su relación comercial cultivada durante 20 años con figuras clave del gobierno venezolano y después de la salida de escena de la empresa Smartmatic, tras su denuncia sobre manipulación de la participación en la elección de la Asamblea nacional Constituyente en 2017.
Smartmatic denunció en el Centro International de Arreglos de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI) al Estado venezolano y a Ex-Clé en el año 2017 por apropiación Ilegítima de sus activos, robo de tecnología y coacción.
Otro hecho relevante fue el incendio ocurrido en marzo de 2020 en un galpón del CNE, en el estado Miranda, que destruyó 49.508 máquinas de votación (98.5% de los equipos) y 49.323 sistemas de autenticación biométrica:
El hardware destruido, que era de Smartmatic, fue sustituido por nuevos equipos de votación e identificación biométrica suministrados por Ex-Clé S.A. y Ex-Clé Soluciones Biométricas C.A.
Fuentes internas del CNE indicaron que antes del incendio, en diciembre de 2019, ya existía un acuerdo entre el rector Carlos Quintero y Ex-Clé para renovar parte de la infraestructura electoral.
En 2020, la Oficina de Control de Activos Extranjeros de Estados Unidos (OFAC, por sus sigas en inglés) sancionó a Ex-Clé y a sus propietarios, Guillermo Carlos San Agustín y Marcos Javier Machado Requena, por dar apoyo material al gobierno de Nicolás Maduro en la organización de elecciones consideradas fraudulentas.
El informe también contiene una línea de tiempo de cómo ExClé fue transformándose en el proveedor preferido del gobierno venezolano.
