Este miércoles ha entrado en vigor el alto el fuego de 60 días entre Israel y Hezbolá. Las armas callan tras casi dos meses de invasión israelí y unos 4.000 muertos (más de 3.800 libaneses y 140 israelíes). Fruto de un acuerdo alcanzado la víspera con Estados Unidos y Francia como garantes, el presidente Joe Biden asegura que el pacto «está diseñado para ser un cese permanente de las hostilidades». Que lo sea no es un hecho sino una posibilidad.
En todo caso, durante esos 60 días Israel mantendrá desplegadas a sus tropas en el sur del Líbano. Y no sólo eso, la parte israelí ha conseguido que el acuerdo recoja su derecho a tomar medidas de fuerza si detecta lo que considere una amenaza a su seguridad.
Lo que sabemos del acuerdo
No se han dado detalles exactos del acuerdo, pero con lo explicado por Biden y lo que se ha filtrado pueden deducirse las claves del pacto:
Hezbolá se retira
Hezbolá se retirará del sur del país hasta el río Litani. Son unos 30 kilómetros al norte de la Línea Azul que actualmente sirve como frontera internacionalmente reconocida entre ambos países (es ahí donde está desplegada la FINUL, la operación de paz de Naciones Unidas, con la participación de 650 soldados españoles).
Les sustituirá el ejército libanés
Los combatientes de Hezbolá serán sustituidos por fuerzas del ejército libanés en esa zona, que se asegurarán de que se retiran las infraestructuras o el armamento y de que no se pueden reconstruir, según un alto funcionario estadounidense. «No se permitirá que se reconstruya la infraestructura terrorista de Hezbolá en el sur del Líbano», ha dicho Biden.
La Línea Azul, vigilada
En ese punto, las fuerzas armadas libanesas volverán a desplegar sus efectivos a lo largo de la Línea Azul (frontera no oficial entre Líbano e Israel). Se espera que el Ejército libanés despliegue 5.000 soldados en el sur en virtud del acuerdo.
Israel se retira… gradualmente
A cambio, Israel irá retirando gradualmente sus fuerzas del Líbano durante esos 60 días. Dice Biden que eso permitirá a los civiles de ambos lados de la frontera regresar a sus hogares.
Israel se reserva el derecho a usar la fuerza
Tel Aviv tendrá derecho a tomar medidas de fuerza si detecta lo que considere una amenaza a su seguridad. El primer ministro israelí Benjamin Netanyahu ha dicho su país «mantendrá plena libertad de acción militar» en Líbano «con la plena comprensión de EEUU».
Cinco verificadores de la paz
Un comité liderado por EEUU se encargará de verificar que ambos contendientes cumplan sus compromisos. Al parecer, EEUU y Francia se unirán al mecanismo tripartito existente (FINUL, Líbano e Israel) que se encargará de supervisar las violaciones del pacto.
Dudas y preguntas sin respuesta
¿Puede Líbano mantener la paz? Lo pactado ahora no es muy distinto de lo que contemplaba la Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU que marcó el fin del conflicto en 2006. Según aquella, las zonas al sur del Litani debían estar libres de todo personal armado o armas que no fueran las del Estado libanés y las de la FINUL.
En aquel entonces, el ejército libanés debía ser capaz de imponer la paz… y no lo consiguió. Ahora, ¿qué harán las tropas del Líbano para hacer cumplir el alto el fuego? Si fuera necesario, ¿se enfrentarían a los soldados de Israel o a los milicianos de Hezbolá?
Además, los responsables libaneses de Defensa ya han dicho que no disponen de los recursos para cumplir sus obligaciones según el acuerdo. Un país medio destruido no tiene ni personal ni armas ni dinero.
¿Serán los garantes del pacto o los aliados internacionales de Líbano quienes lo aporten? «No habrá tropas de combate estadounidenses en la zona, pero habrá apoyo militar a las Fuerzas Armadas Libanesas… en conjunción con el ejército francés también», dijo un funcionario citado por la BBC.
Y una gran pregunta: ¿quién va a pagar la reconstrucción de ese Líbano que ha destruido la ofensiva del Ejército de Israel contra Hezbolá?
Según analistas occidentales, Hezbolá se ha debilitado mucho y podría ser el momento de que el gobierno libanés restablezca el control sobre todo el territorio del país. Desde Israel, Netanyahu asegura que el alto el fuego servirá para aislar a Hamás en Gaza, aumentar la presión sobre la Franja y rearmarse militarmente.