Publicado: febrero 19, 2025, 11:15 pm
Ha pasado un año desde que, a finales de febrero, el Tribunal Superior de Justicia de Andorra desestimó la demanda presentada por una empresa de The Grefg contra la anciana de 80 años a la que quería desahuciar de su casa. Una sentencia que, poco después, provocó que el streamer se desvinculara de la «inversión y renovación» del inmueble.
Tras meses de batalla judicial, y ante el revuelo mediático, el murciano decidió poner a la venta el edificio que adquirió en verano de 2020 a través de su compañía inmobiliaria, Grefito, no sin antes desmentir en un directo de Twitch la versión de la inquilina, la única persona que, al menos «a nivel legal», seguía viviendo en el bloque de viviendas.
«De no vivir nadie en el edificio, ni siquiera ella, y de no abrir el grifo, se había congelado el sistema de agua de las tuberías por el frío que hace en Andorra», argumentó Grefg, en referencia a las técnicas de amenaza para echarla que alegó la anciana en el juicio. Y es que, según él, la mujer, que puede permanecer allí con tiempo «indefinido» al entender la Justicia que hubo un contrato verbal, «se fue a vivir con su hijo».
Aunque el asunto quedó zanjado después de la resolución del caso, Grefg ha vuelto a sacar a relucir el tema durante una entrevista que ha concedido recientemente al pódcast de Club 113, conducido por Goorgo y Werlyb, en la que ha confesado, a partir del minuto 26 de la charla, que, aunque le pilló por sorpresa la noticia, no tardó en pedir explicaciones a su equipo para poder defenderse públicamente.
«Yo sabía que teníamos un edificio que estaba parado, que nos costó más barato de lo normal porque estaba para reformar», comienza diciendo el streamer, destacando que había informes que demostraban que «habitar en el edificio es un poco peligroso». Unas nefatas condiciones que, según cuenta, explicarían por qué la anciana, la única inquilina que no se marchó de su vivienda al recibir la notificación, «no vive ahí».
Después de contar su versión de los hechos, y de hacer hincapié en el impacto que tuvo la repercusión del caso en su vida -como la caída masiva de patrocinadores en los premios ESLAND 2024-, el creador de contenido ha denunciado que, casi un año después de perder el juicio, la situación permanece igual:
«Ella no vive ahí y el edificio sigue parado. A mí me apetece detonar ese edificio. No me apetece ganar dinero con ese edificio. A mí me apetece ir con cinco C4, ponerlos en las columnas del edificio y detonarlo», confiesa Grefg, visiblemente molesto.
A pesar de su enfado, el murciano ha reconocido que, de poder retroceder en el tiempo, habría intentado «llegar a un acuerdo con la señora». «Ella, cuando fue a los medios andorranos, lo hizo para joderme la p**** vida, y le salió muy bien. Probablemente tenía menos abogados que yo, y luego el juez dice que está en una situación de desprotección», relata.
