La periodista y presentadora de Antena 3 Sonsoles Ónega siempre suele mantener la discreción respecto a su vida personal, pero en un reciente acto benéfico decidió abrirse y dar a conocer que padece un problema de salud que le descubrieron hace años, se trata de una malformación genética en el corazón que le obliga a hacerse revisiones médicas anuales. Haciendo balance de este año 2024, en el que ha estado de promoción con su última novela, ganadora del Premio Planeta, la conductora de Y ahora Sonsoles no dudó en calificarlo de «horroroso».
Así se pronunció la periodista de 47 años en un acto benéfico donde fue la embajadora y presentadora del IX Brindis Solidario de Bodegas Protos, al que este año hizo una donación de 10.000 euros destinado al proyecto Asayato de la Fundación UAPO (Unidad de Apoyo al Paciente Oncológico).
Sintiéndose en confianza, Sonsoles Ónega desveló que hace nueve años, mientras se realizaba una revisión médica rutinaria, le detectaron que tenía una válvula bicúspide (una válvula aórtica que solo tiene dos valvas, en lugar de tres) una malformación que afecta a la estructura del corazón.
Se trata de una cardiopatía congénita frecuente que puede provocar problemas más graves como una dilatación excesiva de la aorta. «Cada año me tengo que medir la aorta por si hay una dilatación excesiva. Aunque sería una muerte muy dulce, porque te caes, te da un parraque y te mueres ahí en el momento», explicó la periodista, según recoge Informalia.
La también escritora explicó que esto no le impide llevar una vida normal aunque debe tomar algunas medidas y cuidados. «Soy muy consciente de la necesidad de revisarse. En mi familia somos muy hipocondriacos, y eso también ayuda a que nos revisemos mucho. Es lo que hay que hacer, especialmente las mujeres, que a veces nos olvidamos de nuestras propias revisiones».
Respecto al balance de este año 2024, aseguró: «Ha sido un año horroroso. Queda mal que lo diga, pero es que he estado en el filo del agotamiento. He notado que me he cansado mucho porque la cabeza también necesita sus momentos de evasión. He tenido ocupados hasta los fines de semana. Estoy agradecida, por supuesto, pero es un trabajo muy exigente, sobre todo estar en un programa de tarde, porque estoy con él en la cabeza desde que me levanto hasta que llego a casa», expuso a La Razón.
Queda mal que lo diga, pero es que he estado en el filo del agotamiento
La promoción de su novela Las hijas de la criada fue «dura» y exigente, según explicó, «especialmente con los viajes a Latinoamérica». «Esa sensación de ir siempre a toda velocidad me ha hecho reflexionar. Aunque no sé hacerlo de otra manera, en la tele nos dejamos los cuernos«, señaló.
Así, la hija de Fernando Ónega señaló que lo mejor de este año ha sido «poder hacer todo lo que me he propuesto sin haber desfallecido ni haber enfermado«. En cuanto a lo negativo, lamentó haberse «comprometido con más de lo que podía hacer». «Eso me enfada conmigo misma y es una sensación que no me gusta, porque me gusta hacer las cosas contenta», aseguró. «He aprendido a gestionar el no. Porque antes decía que sí a todo y si luego no podía, quedaba mal».
A pesar de su ritmo de vida estresante, Sonsoles Ónega ya tiene una novela nueva en el horizonte: «Acabo de entregar el borrador de mi nueva novela, y estoy con las correcciones. Tengo muchísimas ganas de volver a las librerías el próximo año».
La periodista adelantó que «será ficción» y que la protagonista está inspirada en el Madrid de finales del siglo XIX y principios del XX, «una época apasionante».