Publicado: abril 7, 2025, 10:30 am
Los síntomas del deterioro de las relaciones de Xavi García Pimienta con los dirigentes del Sevilla FC llevan tiempo manifestándose. La chispa saltó tras el mercado de invierno, cuando el técnico alzó la voz por los pocos efectivos que se habían incorporado. Acostumbrados al discurso dócil, las palabras de Pimienta no sentaron bien dentro del club. Esto, unido a la eliminación de la Copa del Rey y los empates ante Valencia y Espanyol en Nervión, colocaron al entrenador en una situación comprometida. No obstante, la buena racha del equipo durante el mes de febrero (y marzo hasta el parón de selecciones) disipó durante un tiempo los fantasmas que rondaban al banquillo, pero la situación ha vuelto a ponerse crítica para todos. La imposibilidad de ganar en casa en todo lo que va de 2025 y la derrota en el derbi sevillano han dolido mucho al sevillismo. La actitud del equipo, también. De ahí que la directiva del Sevilla tenga prácticamente decidida la destitución de García Pimienta si el equipo sale de Mestalla derrotado. Una realidad que ya meditaba el consejo de administración tras el fiasco en el Villamarín , pero que ha tomado más fuerza tras el clima de descontento que se vivió el pasado domingo en el Sánchez-Pizjuán ante el Atlético de Madrid . Un patinazo ante el Valencia el próximo Viernes de Dolores sentenciaría al técnico, el cual lleva nueve victorias, nueve empates y doce derrotas en 30 partidos. Una situación que ha llevado al Sevilla a ocupar el puesto duodécimo de la tabla , a nueve puntos del descenso (en función de lo que haga hoy el Leganés frente al Osasuna). La idea del Sevilla es la de poner a un entrenador parche de la casa, tipo Joaquín Caparrós, para los partidos que quedan hasta finales de mayo y trabajar ya en el nombre del que será el encargado de coger el proyecto en verano ( Íñigo Pérez ha sido uno de los nombres vinculados en las últimas semanas). Tras la derrota ante el Atlético de Madrid, Pimienta aseguró que tenía fuerzas «para sacar esto adelante» y negó que sintiera la soga al cuello: «Trabajo para hacerlo lo mejor posible. Es cierto que llevamos tres derrotas consecutivas y a Valencia iremos con toda la intención de ganar el partido». Sin embargo, no parece que la directiva del Sevilla le vaya a permitir más tropezones, teniendo en cuenta la delicada situación institucional del club. Su paciencia se ha agotado, como también la de algunos jugadores fuertes dentro del vestuario. Tanto Badé como José Ángel Carmona han criticado abiertamente a su técnico por sus planteamientos de los partidos, un síntoma claro de que los días están contados para Pimienta. Con los puestos europeos ya a cinco puntos, el objetivo de los nervionenses es acumular el máximo de puntos en las ocho jornadas restantes, para que no haya ningún sobresalto de última hora. Concluya como concluya, cada día parece más claro que, salvo giro inesperado del rendimiento del equipo, el Sevilla tendrá nuevo entrenador para la próxima temporada. Pimienta sólo debe disipar la incógnita de si se marchará en Semana Santa o tendrá venia hasta junio.
