Publicado: junio 9, 2025, 12:30 am
El actor Sergio Perís-Mencheta se enfrentó hace año y medio a uno de los momentos más difíciles de su vida tras tener que someterse a un trasplante de médula a causa de un diagnóstico de leucemia. Tras haberse recuperado, el director teatral ha publicado ahora el libro 730 días, donde narra el proceso por el que pasó en su lucha contra esta enfermedad y también una nueva obra teatral.
De esta forma, convertido en todo un símbolo de resiliencia, el actor ha dado varias entrevistas en las que ha contado cómo ha sido atravesar este proceso y también ha hablado sobre cómo se encuentra ahora exactamente.
«Para mí, escribir este libro ha sido un regalo de la vida, prácticamente se ha escrito solo, quién me iba a decir a mí que un año después del trasplante habría pasado esto. Estoy feliz de de poder contar esta historia y sobre todo estoy feliz de que haya un libro que dentro de unos años mis hijos curioseen y y sepan cómo viví o que viví», ha asegurado en una entrevista concedida a la web de Informativos Telecinco.
Como ha narrado también en varias ocasiones, su diagnóstico fue un golpe que le obligó a cambiar por completo su vida. Su día a día pasó a estar formado por citas hospitalarias, tratamientos, dolores… y, además, dentro de todo ello tuvo que enfrentarse al momento de comunicárselo a sus hijos, para lo que cuenta que decidió protegerlos de conocer todos los detalles.
«Traté de no darle demasiada importancia para que ellos no tuvieran tampoco un exceso de información», ha desvelado al citado medio. De hecho, en uno de los capítulos del libro cuenta que trató de demostrar a sus hijos que «se puede vencer a la maldición» y que, si alguno de los dos la sufre en el futuro, «tuviera la experiencia de que papá se salvo».
Como confiesa, ha sido su mujer Marta Solaz quien ha estado con ellos desde el principio y les ha apoyado en todo momento, convirtiéndose en el sostén emocional de la familia: «Marta estuvo conmigo todo el rato, desde el minuto uno, no del trasplante, sino desde que la enfermedad asomó las orejas».
Despedida antes del trasplante
Otro de los momentos de los que el actor habla en su libro es el de la despedida que organizó antes de someterse a su trasplante. Así, llegó a realizar una videollamada con alrededor de 200 personas para despedirse de todos sus seres queridos.
«Estuvimos dos horas hablando y fue muy bonito verlos a todos juntos. Me dio mucha energía, me reí un rato y gané mucha confianza viéndoles. Había una parte que se despedía de mí, pero yo no pensaba que me iba a despedir para siempre. Tenía la confianza de que todo iba a salir bien», ha revelado.
Tras ello, el trasplante salió bien y desde el Hospital City Of Hope de Los Ángeles sus hijos fueron su fortaleza a través de las cartas, los dibujos y las palabras de ánimo que le enviaban. Ahora, meses después, el actor ha hablado también del impacto emocional que le ha dejado la enfermedad.
«Ahora soy más cascarrabias que antes. Lidiar con con los dolores del sistema nervioso es muy complicado, y hay que saber que en ese momento en el que estoy atravesando esos dolores puede que esté un poquito más sensible. Siento que estoy en otra cara de Sergio, que no es tanto la del gran capitán, sino la personita que sufre, siente y padece y no me da ningún pudor reconocerlo ni mostrarme débil o vulnerable», ha confesado.
