El canciller alemán, Olaf Scholz, perdió este lunes la moción de confianza a la que se sometió ante el Parlamento alemán tras quedar su Gobierno en minorÃa, con lo que el paÃs centroeuropeo celebrará elecciones generales anticipadas, previsiblemente el 23 de febrero.
De los 717 votos escrutados, 394 no le dieron la confianza a Scholz, 207 se la dieron y 116 se abstuvieron. Scholz habÃa necesitado 367 votos de confianza para ganar la moción.
Los diputados que reafirmaron su confianza en Scholz pertenecen al Partido Socialdemócrata (SPD) del canciller, pero también a al menos una diputada de la ultraderechista Alternativa para Alemania (Afd), que consideró que es peor que llegue al poder el lÃder de la oposición democristiana, Friedrich Merz, que encabeza los sondeos.
Los Verdes, que cuentan con 117 diputados en el Hemiciclo, habÃan anunciado que se abstendrÃan para garantizar que el canciller perdiera la votación y pudiese disolverse el Parlamento.
Scholz sonrió ante el resultado y estrechó la mano de su vicecanciller, Robert Habeck. Ahora la canciller se dirigirá al Palacio Bellevue de BerlÃn para pedir al presidente Frank-Walter Steinmeier que disuelva el parlamento y permita la celebración de elecciones generales.
En su discurso previo a la votación, el canciller planteó los comicios anticipados a febrero como un referendo sobre la polÃtica económica del Gobierno en un momento en el que se ahonda la recesión en Alemania y aumenta la incertidumbre a nivel global.
AsÃ, abogó por permitir un mayor endeudamiento estatal con el que financiar inversiones masivas en infraestructuras y en seguridad, para relanzar la economÃa y al mismo tiempo garantizar la protección del paÃs ante la amenaza procedente de la invasión rusa de Ucrania. «Hay que activar la palanca, y hay que hacerlo ahora», afirmó, tras señalar que los ciudadanos deben decidir si se invierte en la economÃa «con fuerza y determinación o de forma mezquina y vacilante».
En su réplica, Merz acusó al canciller de no haber cumplido sus promesas sobre la modernización del Ejército a raÃz de la guerra en Ucrania y de haber sumido al paÃs en una crisis económica, cuya solución no puede pasar por hipotecar el futuro de las próximas generaciones con más deuda, según dijo.
Elecciones generales el 23 de febrero
El presidente de la República Federal Alemana dispone hasta el 6 de enero para tomar una decisión y está previsto que realice antes, aún siendo una mera formalidad, una ronda de contactos con los jefes de los partidos democráticos.
La Constitución prevé que entre la disolución del Parlamento y la fecha de los nuevos comicios medien como máximo dos meses, pero la fecha con que trabajan todas las fuerzas polÃticas, pactada por el Gobierno y la oposición, precisamente a petición de Steinmeier, es la del 23 de febrero.
Un Gobierno en minorÃa
El pasado 6 de noviembre colapsó el Gobierno de coalición de socialdemócratas, verdes y liberales después de tres años de disputas que culminaron en la expulsión de estos últimos, los cuales, con su postura de austeridad fiscal, bloqueaban la posibilidad de realizar inversiones para reactivar la maltrecha economÃa y a la par seguir financiando la ayuda a Ucrania.
Contra las cuerdas y sin la mayorÃa necesaria para aprobar los presupuestos u otros proyectos, Scholz anunció que se someterÃa a un voto de confianza que ya esperaba perder para después convocar elecciones. Es la sexta vez que se convoca un voto de confianza en la Alemania postbélica y Scholz es el quinto canciller en hacerlo, sumándose a los socialdemócratas Willy Brandt, Helmut Schmidt y Gerhard Schröder y al conservador Helmut Kohl.
Cuando se rompió el Gobierno el 6 de noviembre pasado, algunos de los principales partidos no disponÃan siquiera de candidatos para las elecciones y están ahora trabajando contrarreloj para cerrar sus programas electorales, cuyos borradores presentarán esta semana antes del receso navideño.
Las fiestas que caen de por medio y la compleja burocracia en torno a las elecciones han despertado temores a que la cita con las urnas no pueda organizarse correctamente con tal celeridad y se produzcan fallos y caos, como en las elecciones regionales berlinesas de 2021.
Las dos alianzas posibles
Tras desembarazarse de su popular rival, el ministro de Defensa Boris Pistorius, Scholz será nominado oficialmente como candidato del Partido Socialdemócrata (SPD) en un congreso el 11 de enero. El 11 de febrero se celebrará el tradicional debate general previo a las elecciones en el Bundestag, donde intervendrán todos los candidatos a la CancillerÃa, y la última semana de plenos concluirá el 21 de febrero.
Los sondeos pronostican la victoria del candidato conservador Friedrich Merz, cuya unión formada por los democristianos y su partido hermano bávaro va en cabeza con entre el 29% y el 34% de los votos, seguido de la ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) con un 17-21%, con la que el resto de formaciones no cooperan. El SPD de Scholz se halla en tercer lugar (15-18%), seguidos de los Verdes (11-14 %). Por ello, los dos escenarios que se barajan son los de una «gran coalición» entre democristianos y socialdemócratas o entre democristianos y Verdes.