El canciller alemán, Olaf Scholz, ha pedido este lunes la confianza, no ya a los diputados del Parlamento alemán, sino a los ciudadanos de cara a las elecciones generales anticipadas el 23 febrero, a fin de apostar por una política con «madurez moral», «decencia», «sensatez» y «seriedad», tanto para reactivar a la maltrecha economía como para lograr la paz en Ucrania.
«Yo les pido hoy, estimados ciudadanos y estimadas ciudadanas, su confianza y su apoyo», ha recalcado Scholz durante un discurso más de campaña y de ataques contra sus rivales políticos ante la Cámara Baja del Parlamento alemán, momentos antes de someterse a una moción de confianza que perderá al estar su Gobierno en minoría tras la ruptura de la coalición tripartita en noviembre.
De esta manera, ya en una actitud puramente electoral, Scholz ha centrado su discurso en la economía germana y ha abogado por inversiones masivas para relanzarla, mejores salarios y pensiones estables.
«Cómo invertimos en nuestro país: con fuerza y decisión o de forma mezquina y acobardada. De esto depende todo», ha afirmado en el Bundestag. Así, el socialdemócrata ha señalado que Alemania necesita más crecimiento, pero para ello es importante poner a punto las infraestructuras, lo que, unido a la importancia de invertir «masivamente» en seguridad y defensa, hace ineludible la asunción de nueva deuda.
En este sentido, ha abogado por una reforma moderada del freno de deuda, que limita el endeudamiento del país al 0,35% del PIB cada año, a fin de fomentar la inversión en Alemania y compaginarla con los gastos en su seguridad.
En los tres años de su legislatura, Scholz ha admitido que su Gobierno ha acumulado diversos retos, entre ellos la crisis energética, la guerra en Ucrania o la competencia desleal procedente de China, algo que que ha provocado incertidumbre e inseguridad entre la población.
Sin embargo, la receta para salir de la situación actual pasa por renovar la infraestructura, según el canciller, que se ha remitido a las posturas adoptadas por el premio Nobel de Economía Daron Acemoglu, a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), así como a economistas y sindicatos.
«Todos recomiendan invertir. ¿Es que no tienen ni idea? Si hay un país en el mundo que se puede permitir invertir en el futuro somos nosotros», ha aseverado.
Scholz ha subrayado que todos los países del club de naciones industrializadas del G7 tienen un nivel de deuda estatal superior al 100%, mientras que Alemania solo ronda el 60 %. «Hay que activar la palanca y hay que hacerlo ahora», ha señalado.
El canciller socialdemócrata ha planteado que la otra alternativa sería recortar en gasto social, como propugna la oposición conservadora de la Unión Democristiana (CDU), que según los sondeos ganará las elecciones en febrero.
Si Alemania no contrae más deuda, ha defendido Scholz, esto significaría que habrá que recortar las pensiones. En este punto, el canciller alemán ha acusado a los conservadores de querer aplazar la edad de jubilación hasta los 70 años con su plan de ajustarla a la esperanza de vida. «En cambio, nosotros proponemos estabilizar el nivel de las pensiones, y hacerlo rápidamente», ha insistido.
De cara a una futurible legislatura, Scholz ha repasado algunas de sus propuestas económicas, como la de limitar a 3 céntimos el precio de la tarifa de transmisión de la red eléctrica para los clientes industriales, invertir en digitalización, infraestructuras y producción de energías renovables o reducir el IVA de los alimentos del 7 % al 5 %. También ha prometido subir el salario mínimo a 15 euros por hora desde los 12,41 euros actuales.
Reafirma su apoyo a Kiev
Por otro lado, el canciller alemán ha reafirmado el apoyo de Alemania a Ucrania en la guerra que libra desde hace casi tres años con Rusia, aunque ha reiterado su negativa a enviar misiles de crucero Taurus y descartado el despliegue de tropas alemanas en el país invadido.
«No haremos nada que ponga en juego nuestra propia seguridad, y por eso no suministramos misiles de crucero, una arma de gran alcance que puede tener impacto muy adentro de Rusia. Y desde luego no vamos a enviar a ningún soldado alemán a esta guerra, no conmigo como canciller», ha declarado.
En cualquier caso, ha recordado que Alemania es el país en Europa que mayor apoyo presta a Ucrania y ha subrayado su deseo de que así siga siendo. Si el presidente ruso, Vladímir Putin, derrota al país, «entonces la seguridad de Europa estará en gran peligro a largo plazo», ha advertido.