Publicado: marzo 20, 2025, 2:34 pm
Sareb paralizará desde mañana y hasta el próximo 30 de junio la comercialización y venta de «todos los activos inmobiliarios susceptibles de formar parte del parque estatal de viviendas de alquiler asequible y social». La decisión ha sido tomada este jueves durante una reunión de la junta general de accionistas (el Estado a través del FROB -Ministerio de Economía- es su mayor accionista), en la que se ha acordado instruir al Consejo de Administración para que en coordinación con Sepes y con los departamentos ministeriales competentes, «trabaje en las alternativas que permitan a Sareb colaborar en la generación del parque estatal de vivienda de alquiler social o asequible », según ha comunicado la entidad a la CNMV. Sareb se ha puesto de límite hasta el 30 de junio porque esa es la fecha en la que la entidad deberá presentar en junta general de accionistas un plan estratégico donde se desgranen las condiciones y el número de activos que serán traspasados a Sepes, la entidad de suelo pública a la que el Gobierno le ha dado la categoría de empresa estatal de vivienda. La idea es la de que el grueso de los inmuebles residenciales que tiene Sareb en cartera acaben siendo traspasados a Sepes, alrededor de 40.000, según deslizó el Gobierno el pasado mes de enero. Pero la entidad creada en 2012 para absorber los activos tóxicos de la banca de la crisis del ladrillo tiene que estudiar la fórmula adecuada para hacerlo sin desatender a su mandato de repagar la deuda al Estado, cuando quedan alrededor de 30.000 millones por liquidar. El año pasado ya admitía que unos 15.000 no iban a ser recuperables y la previsión es que en 2027 Sareb baje la persiana para siempre. En 2023, Sareb logró dar salida a 10.500 viviendas, a un precio medio de 90.000 euros, el 90% de ellas compradas por particulares. Con ellas ingresaron 820 millones de euros. De su comercialización se encargan los ‘servicers’ Aliseda/Anticipa (Blackstone) e Hipoges (KKR) , quienes tienen contrato de gestión en vigor hasta el mes de junio. Según fuentes del mercado, la previsión es que se ejecute la prórroga de los contratos y que ambos sigan vendiendo otros activos de Sareb como suelos, inmuebles hoteleros o los esqueletos de hormigón heredados de la burbuja inmobiliaria. En cuanto a activos residenciales, quedará todo aquello que no le encaje a Sepes. Hasta hace algunas semanas, la intención del Gobierno era la de integrar desde Sareb 13.000 casas a corto plazo, muchas de ellas ya habitadas y más tarde añadir otras 15.0000, que están pendientes de ser rehabilitadas y tardarán algo más. Por último, la idea es que a lo largo de 2026 y 2027 se incorpore el resto de inmuebles hasta llegar a los 40.000. Previsiblemente, todos estos pisos serán destinados al alquiler con precio por debajo de mercado. Desde Sareb también podría sumarse los suelos de la promotora Árqura, los de más valor de la entidad, cuya venta quedó paralizada a finales del año pasado tras conocerse la creación de la empresa pública de vivienda.