Publicado: marzo 20, 2025, 4:30 pm
A la Unión Europea no le da tiempo a incorporar nuevos temas a su agenda porque hay dos que lo están copando casi todo: la Defensa y Ucrania, que en Bruselas es casi lo mismo. Así se volvió a demostrar este jueves en una nueva cumbre de líderes, que dejó pocas concreciones pero una imagen algo llamativa: Pedro Sánchez y Giorgia Meloni no están convencidos de que el concepto en el que se tenga que apoyar el futuro de la UE sea el «rearme», la etiqueta que ha puesto la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen. España e Italia quieren más amplitud porque la Defensa no es solo Defensa; piden hablar de ciberseguridad, fronteras, terrorismo o amenazas híbridas.
Pedro Sánchez abogó por ser quirúrgicos en general. El presidente español ve clave que Europa «dé un paso al frente a la hora de participar» en las conversaciones de paz en Ucrania, algo que ha lanzado ya el Gobierno finlandés con una propuesta de elegir un «representante que hable en nombre de todos los europeos en esa mesa». No obstante, el presidente fue muy rotundo: «El término rearme no me gusta en absoluto. No comparto ese término en absoluto. Creo que debemos de hablar de otra manera cuando hablamos de mejorar las capacidades de defensa europeas», porque esto, para España, va más allá de lo militar. Asimismo, ha recordado que la UE «es un poder blando». Los conceptos «importan», comentaron fuentes diplomáticas, que no ven este elemento como una clave en los debates.
Para el presidente del Gobierno, el gran reto de la UE ahora es «crecer hacia dentro» y «abrirse aún más hacia fuera». Ha pedido «seguir tejiendo lazos y relaciones comerciales» con otras regiones del mundo, con menciones al Mercosur o a India. «Más Europa significa más política social, más relaciones con socios comerciales y lógicamente también seguridad y Defensa».
El mismo argumento que Sánchez usó la primera ministra italiana, Giorgia Meloni. «La cuestión de la seguridad no está ligada solo al rearme», matizó, sino que se trata, dijo, de un concepto «mucho más amplio». Europa tiene que entender esto, añadió. ¿Por qué? «Para tener la certeza de que los recursos que estamos poniendo a disposición se puedan emplear en la defensa de las fronteras, para la ciberseguridad, para las infraestructuras estratégicas, para las materias primas». Con todo ello, pide ser «prudentes con los mensajes que se envían a los ciudadanos» en estos momentos.
De hecho, las conclusiones sobre Defensa fueron tibias: piden mantener la colaboración en el marco de la OTAN y que además los avances que se den sobre el asunto tengan en cuenta los intereses «de todos los Estados miembros», en una mención implícita por ejemplo a la atención al flanco sur, que pide España. Además, no hay citas directas al plan de Von der Leyen y simplemente los países piden que tanto la Comisión Europea como la Alta Representante mantengan a los 27 informados sobre los avances que haya en estas hojas de ruta. Sí abrazan de lleno los planes de Bruselas sobre reducción de la burocracia o los de atajar la subida de los precios de la energía, así como el plan de Industria Limpia presentado hace semanas por el Ejecutivo comunitario.
El resto de líderes han ido pidiendo que se aceleren las inversiones a nivel europeo y quieren que estas se puedan hacer a través de ayudas directas, no solo de préstamos. De este modo, el presidente de Lituania, Gitanas Nauseda, cree que la UE no se puede quedar solo en el mensaje. «Es importante utilizar este tiempo precioso que Ucrania nos está comprando para reforzar nuestras capacidades militares. Tenemos que rearmarnos porque, de lo contrario, seremos la segunda víctima de la agresión rusa», esgrimió; mientras, el griego Kyriakos Mitsotakis ha pedido «una discusión más seria» en este sentido.
En cambio, hay países que no quieren hablar de eurobonos y de deuda conjunta. «Siempre decimos, y lo dijimos hace dos semanas, que la deuda sostenible es importante, que debe haber un buen equilibrio en las finanzas, y la salud financiera es importante. Esas son cuestiones, y nos oponemos a los eurobonos», expuso en este sentido el primer ministro neerlandés, Dick Schof. Eso no quita, añadió por su parte el finlandés Petteri Orpo, que Rusia sea ahora y de cara al futuro «una amenaza permanente» para Europa.
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, aseguró que la UE tiene que ser rápida. Pensar más en grande. «En un mundo de potencias únicas en ascenso, no podemos permitirnos que nos aprieten por falta de ambición política. En pocas palabras: Europa debe posicionarse como una fuerza a tener en cuenta. Eso significa estar preparados. Significa poner nuestro dinero donde está nuestra boca. Significa tomarnos en serio nuestra seguridad, nuestra preparación y nuestra competitividad», sostuvo ante los líderes los 27. Por eso considera que el próximo presupuesto comunitario a largo plazo (2028-2034) «dará una oportunidad de oro para alinear nuestra cartera con nuestras prioridades estratégicas». Y es que, sentenció, «el statu quo no es una opción».
Pocos cambios sobre Ucrania… y sin plan Kallas
Sobre Ucrania, pocos avances. Los líderes han pospuesto por ahora el plan de Kaja Kallas de enviar ayuda militar urgente por valor de 40.000 millones de euros, con aportaciones voluntarias de los países. De hecho, esta idea no se recoge en las conclusiones sobre el tema aprobadas -sin Hungría- este jueves en la cumbre del Consejo Europeo. Se reafirma eso sí el apoyo a Kiev, con envío de apoyo económico y de más munición, pero sin que abarque a todo el bloque.
En unas conclusiones firmadas sin Hungría los países se limitan a valorar positivamente la iniciativa de Kallas, sin dar cifras sobre ella. Los socios, dicen, quieren hacer «un llamamiento a los Estados miembros para que redoblen urgentemente sus esfuerzos para hacer frente a las acuciantes necesidades militares y de defensa de Ucrania«. Y es que el plan despertaba recelos en países como España o Italia. En el caso español, sobre el esquema inicial, le correspondían 3.000 millones de euros de ese fondo (en torno a un 8%) y el Gobierno avisó de que no se estaba «hablando de repartos» y de que ya habían enviado 1.000 millones recientemente en ayuda bilateral. Fuentes diplomáticas inciden en que no hay una propuesta sobre la mesa en ese sentido, más allá de comentarios al respecto.
La Unión Europea sigue dispuesta a intensificar la presión sobre Rusia, incluso mediante nuevas sanciones y reforzando la aplicación de las medidas existentes
Además, están recelosos sobre la tregua de 30 días en la que se está avanzando. «La Unión Europea sigue dispuesta a intensificar la presión sobre Rusia, incluso mediante nuevas sanciones y reforzando la aplicación de las medidas existentes, incluidos nuevos medios y medidas para contrarrestar su elusión, a fin de debilitar su capacidad de seguir librando su guerra de agresión», exponen, e insisten en que quieren «una paz justa y duradera» para Kiev.
Sobre esto, la UE pide «garantías que sean creíbles», sobre todo con la mirada puesta en Moscú. «El Consejo Europeo se congratula de los esfuerzos que se han iniciado en este sentido junto con socios afines y de la OTAN. La Unión Europea y los Estados miembros están dispuestos a contribuir a las garantías de seguridad, en particular apoyando la capacidad de Ucrania para defenderse eficazmente, basándose en sus competencias y capacidades respectivas, en consonancia con el Derecho internacional», recogen en las conclusiones.
Lo que no se menciona en el documento final es la posibilidad del envío de tropas de paz a Ucrania, precisamente con el mismo argumento que se lleva utilizando durante las últimas semanas: no se puede hablar de paz cuando todavía hay guerra. No obstante, la UE dice seguir trabajando con el resto de aliados europeos de Kiev para consolidar, cuando llegue el momento, «una coalición» que permita precisamente afrontar el cese del conflicto.
En su mensaje a los líderes, el propio Volodimir Zelenski apuntó que «si decimos que Europa debe ser más fuerte en la competencia global, también debemos hablar de cómo hacer que la toma de decisiones europea sea más rápida, más flexible y más eficaz, ya sea en política, defensa, economía, industria o cualquier otro ámbito», dijo en modo de aviso a sus aliados. Y les insistió en que Rusia sigue atacando. «Es crucial que el apoyo de nuestros socios a Ucrania no disminuya, sino que continúe y aumente. La defensa aérea, la ayuda militar y nuestra resiliencia general son cruciales. Necesitamos fondos para proyectiles de artillería y agradeceríamos enormemente el apoyo de Europa con al menos cinco mil millones de euros lo antes posible», resumió el presidente ucraniano.