La Fiscalía de Nueva York ha publicado imágenes del momento en el que más de una docena de agentes penitenciarios agreden a Robert Brooks, de 43 años, y que estaba internado en el centro correccional Marcy, en el condado de Oneida. Tras la agresión, tuvo que ser trasladado a un hospital, donde acabó falleciendo un día después.
Los hechos ocurrieron exactamente el pasado 9 de diciembre. Tal y como puede verse en las imágenes, 14 empleados de correcciones penitenciarias, en concreto dos sargentos, 10 oficiales correccionales y una enfermera, golpean a Brooks mientras este permanece esposado.
El momento de la agresión ha sido captado por las propias cámaras corporales que llevaban los agentes en sus trajes y muestran a Brooks cubierto de sangre mientras lo colocan en una mesa de examen de enfermería para posteriormente ser agredido.
El incidente ha desencadenado una investigación que está siendo liderada por Ryan Paparella, exoficial de prisiones, quien ha indicado que no existió un motivo aparente para llevar a cabo la agresión. Los hechos, además, fueron presenciados por otras dos enfermeras, así como por otros oficiales, incluidos dos sargentos, que se negaron a intervenir en ella.
«No tomo a la ligera la publicación de este video, especialmente en medio de la temporada navideña», ha asegurado la fiscal general del Estado, Letitia James, sobre las imágenes, que se hicieron públicas este viernes: «Como fiscal general, publico estos videos porque tengo la responsabilidad y el deber de brindar transparencia y rendición de cuentas a la familia Brooks, a sus seres queridos y a todos los neoyorquinos».
Los hechos, además, han supuesto la suspensión de los profesionales implicados de sus cargos a la espera de los resultados de las investigaciones. Las autoridades, asimismo, se preparan para numerosas protestas tras la publicación de las imágenes.
Un médico forense ha determinado además, que Brooks sufrió fracturas y lesiones en la parte superior de su cuerpo, la ingle y la cabeza. Así, en un informe preliminar se determina que pudo morir de una asfixia debido a la comprensión del cuello.
«No es un incidente aislado»
Sobre los hechos se ha pronunciado la Unión de Libertades Civiles de Nueva York, quien ha subrayado que estos hechos muestran el peligro que viven el resto de ciudadanos que se encuentran encarcelados: «La golpiza fatal de Brooks no es un incidente aislado. Más bien, pone de relieve una cultura de violencia y una falta de rendición de cuentas por las malas acciones de los oficiales correccionales que ponen en riesgo la vida de los neoyorquinos encarcelados».
«Nadie debería morir bajo custodia a manos de los oficiales correccionales, quienes están encargados de la seguridad de las personas en las instalaciones. La familia del señor Brooks y todos los neoyorquinos merecen transparencia y rendición de cuentas», han añadido.