Publicado: junio 29, 2025, 5:30 am



Sabrina Carpenter ya fue una de las voces de 2024 con Espresso y parece que este 2025 tampoco vamos a dejar de escucharla. La artista ha sacado nuevo disco y, además de que no ha tardado en viralizarse, el lanzamiento ha venido acompañado de la sospecha de que dispara indirectas a su ex, Barry Keoghan.
Y es que aunque ya hace varios meses que la cantante y el actor de Saltburn pusieron fin a su relación, no sería de extrañar que, como otras compañeras de profesión, utilizara la música como vía de escape o fuente de inspiración -o ambas- para cerrar ese capítulo sentimental.
Si algo se sabe de la relación entre Sabrina y Barry es que tuvo varias idas y venidas y que, tras terminar, ambos han ido compartiendo sus luchas personales. Por un lado, el actor está preparando su papel como Ringo Starr para un proyecto cinematográfico sobre los Beatles. De hecho, una fuente cercana al intérprete contó a The Sun que el actor había dejado de beber y de salir de fiesta para centrarse en el papel. Y que, además, centrarse en este proyecto era una buena manera de superar la ruptura.
Sabrina, por su parte, se ha visto envuelta en varias especulaciones donde sus fans teorizan sobre si Manchild, su nuevo single, es un dardo directo a Barry o si la frase de la cara B de la edición del vinilo está dedicada al comportamiento de su ex (donde se puede leer en inglés: «Dentro de tu cabeza, cuando acabas de ganar una discusión con un hombre»).
Sin embargo, la artista no ha confirmado nada -ni Barry se ha dado por aludido-, lo que no quita que, en el arte, las emociones de amor y desamor siempre han ido de la mano con la creatividad. Por eso, no es difícil pensar que la música producida por la estadounidense no iba a ser la excepción. De hecho, es un secreto a voces que otras compañeras de profesión como Taylor Swift han recurrido a su propia experiencia a la hora de darle forma a sus letras.
Pero ¿es realmente una manera de procesar los sentimientos para quienes se dedican a la música? Hablar de ello ayuda a desahogarse, sí, al igual que recibir la validación de quien escucha al contar los sentimientos al respecto, pero hacerlo indirecta en una canción -y cantarla una y otra vez sobre el escenario-, también puede tener un efecto ambivalente.
Revivir emocionalmente una herida sin un cierre claro puede llegar incluso a mantener vivo un vínculo no resuelto, pero también puede ser una forma simbólica de reapropiarse de la narrativa, transformar el dolor en arte y conectar con otras personas que han pasado por lo mismo. Es decir, que no solo puede funcionar como terapia personal sino también como una forma colectiva de sanar.
Una relación casi secreta
Si bien Barry y Sabrina se convirtieron en una de las parejas más aclamadas en 2024, los rumores de que estaban juntos comenzaron a finales de 2023, aunque no fue hasta principios de 2024 que se empezaron a ver evidencias en redes sociales como comentarios del actor en el Instagram de la cantante.
También las visitas del coprotagonista de Saltburn a los conciertos de Taylor Swift, donde Sabrina cantaba algunas canciones con la artista, contribuyeron a avivar las habladurías. Otra pista contribuyó a la teoría de los fans de que estaban juntos cuando, en marzo, Barry llevó una pulsera de cuentas donde se leía el nombre de Sabrina. Una sospecha que se vio casi confirmada cuando, en la Met Gala de ese año posaron juntos en algunas fotos mostrando complicidad (aunque llegaron por separado).
Y aunque poco se sabía de sus avances sentimentales, que su relación iba a más fue evidente cuando el actor encarna al galán en el videoclip de Please, Please, Please, un delincuente del que la cantante se enamora. Sin embargo, la química entre ellos no terminaba de acompañar su relación.
Ya en agosto se rumoreaba que habían tomado caminos separados aunque fue en diciembre, mes en el que habrían celebrado su aniversario, cuando conocimos por fuentes cercanas que habrían tomado una pausa para centrarse en sus carreras. Una ruptura que sería la definitiva.