Publicado: diciembre 3, 2025, 6:30 am
La OTAN espera acontecimientos. Ese es el resumen rápido. Y bajo esa cautela se posicionó el secretario general, Mark Rutte. «No voy a reaccionar a todo lo que Putin está diciendo. Lo hemos visto con ropa militar, vestido como un soldado en el frente, pero ese frente estaba bastante lejos del frente [diplomático] de estos días, así que no voy a reaccionar a todo», sostuvo en el marco de la reunión de ministros de Exteriores de la Alianza este miércoles en Bruselas, en referencia a las conversaciones que están teniendo lugar entre EEUU y Rusia y también entre Washington y la propia Ucrania para la paz.
Estas reacciones llegan solo unas horas después de que Vladimir Putin se viera en Moscú con el enviado especial de EEUU, Steve Witkoff, y asegurase que Rusia acepta la mayoría de puntos del plan de Washington, pero al mismo tiempo avisó: «Queda mucho trabajo». Eso sí, el líder ruso centró su mensaje en atacar a Europa. «No tienen agenda de paz. Están a favor de la guerra», sostuvo, aunque no profundizó en el papel que tiene que tener el continente en las conversaciones. «Presentan exigencias que para Rusia son absolutamente inadmisibles. Ellos lo entienden y así culpan a Rusia de rechazar ese proceso de paz. Ese es su objetivo. Lo vemos con claridad».
Eso sí, negó que el Kremlin tenga intención de atacar a más países europeos. «No tenemos intención de atacar Europa. Lo he dicho cientos de veces», aseveró, antes de asegurar que «si Europa de repente quiere combatir y lo hace, nosotros estamos listos ahora mismo». Putin considera que los aliados de Ucrania viven ahora mismo, dijo, «en una ilusión».
Quien sí fue más allá fue el ministro de Exteriores español, José Manuel Albares, que no quiso entrar en «comentarios» sobre las negociaciones, pero sí lanzó un aviso. «Nuestra posición tiene que ser de unidad y de reforzar lo que es la OTAN, una alianza defensiva no agresiva, pero preparada para cualquier escenario«, expuso en una especie de respuesta al Kremlin, y pidió para Ucrania «un alto el fuego en la línea del frente actual» para después pasar a unas conversaciones sobre una paz «justa y duradera».
Ahora mismo, explicó Albares ante los periodistas, «todo pasa por el respaldo a Ucrania de todas las formas posibles, incluido con equipamiento militar», porque «queda claro quién es el agresor», y es Rusia. En este sentido, añadió que no se le pasa por la cabeza «que se hable de la seguridad de Europa sin contar con Europa». Y no quiso hablar de lo que puede hacer el continente en esa mesa, sino más bien, aclaró, de «lo que ya estamos haciendo para respaldar» a Ucrania y al presidente Zelenski.
Rutte también tuvo tiempo para elogiar el papel de Donald Trump. «Estoy muy contento de que el Presidente de EEUU rompiera el estancamiento con Putin e iniciara este proceso de paz. Solo Estados Unidos, bajo el liderazgo del presidente Trump, podía hacer esto, pero no quiero comentar cada paso», repitió. Reconoció el neerlandés eso sí que los pasos dados en Moscú este martes fueron «muy importantes» y que la colaboración de la OTAN con la Casa Blanca sobre este tema es «constante» incluso pese a la ausencia del secretario de Estado de EEUU, Marco Rubio, en la reunión.
En realidad, el líder de la organización atlántica no se ha mojado en nada. «En cuanto a cómo presionar a Rusia para que comprometa algo durante estas negociaciones, y si las propias negociaciones tienen sentido dado que Rusia no quiere ceder, diré que el proceso está en marcha. Tuvimos reuniones exitosas en Ginebra y en Miami entre los equipos estadounidense y ucraniano«, recordó, y añadió que espera que «conduzcan a un buen resultado».
El resumen final de Rutte, expuso, es que la mejor manera de presionar a los rusos «es asegurarse, primero, de que entienden que el flujo de armas hacia Ucrania seguirá, que es exactamente lo que está pasando gracias a EEUU, Europa y Canadá». La segunda, comentó el neerlandés, es asegurarse de que las sanciones económicas «muerdan, que sean efectivas, y eso también está ocurriendo»: Estados Unidos y Europa trabajan conjuntamente «para maximizar el impacto de las sanciones en la economía rusa. Esa es la mejor manera de cambiar el cálculo de Putin».
El propio Marco Rubio también es cauto y asegura que es Putin «el único que puede acabar con la guerra». El jefe de la diplomacia estadounidense reconoció avances en Moscú, pero poco más. «Lo que hemos estado haciendo, y creo que hemos cosechado algunos avances, es entender qué podría funcionar para los ucranianos y qué les daría garantías de cara al futuro», expuso en una entrevista en Fox News.
Al mismo tiempo, reconoció que Trump veía este conflicto «como el más fácil de resolver» porque es «el que menos sentido tiene». Pero no ha sido así: «¿A qué puede acceder Ucrania dadas las circunstancias y a qué está dispuesta Rusia? Al final, esto no depende de nosotros. Esta no es nuestra guerra y no estamos luchándola; allí no hay soldados estadounidenses. Es otro continente. Nos comprometemos porque somos los únicos que podemos hacerlo. El único líder del mundo que puede sentarse con las partes para intentar llegar a un acuerdo es Trump», terminó Rubio.
Por su lado, Zelenski ha anunciado contactos en Bruselas del jefe de la delegación ucraniana para las conversaciones de paz y secretario del Consejo de Seguridad Nacional, Rustem Umerov, con varios «colegas» europeos para preparar la siguiente fase de las negociaciones con Estados Unidos. «También abordarán el componente europeo de la arquitectura de seguridad, que es tan necesaria», comentó el presidente ucraniano, que sigue a la espera de poder verse con Trump en las próximas semanas en la Casa Blanca.
