Publicado: diciembre 7, 2025, 5:30 am
«¿Por qué la gente se ha enfadado con ella por el hecho de que se haya puesto el nombre de su marido?», preguntaba en Twitter un usuario sobre la noticia de que Millie Bobby Brown había anunciado su nuevo nombre. Desde hace poco, la actriz de Stranger Things se llama legalmente Millie Bonnie Bongiovi, una decisión que ha levantado ampollas en redes sociales entre sus fans (y los menos fans).
Mucho antes de este giro de volante, quien se ha metido en la piel de Once en la serie de mayor éxito de los hermanos Duffer, y Jake Bongiovi empezaron a salir en 2021. Un noviazgo que avanzó imparable y en abril de 2023 sorprendió al mundo entero cuando anunciaron que se habían prometido. Además, fue una pedida de mano atípica, puesto que sucedió cuando compartían una inmersión (ambos son aficionados al buceo) y el actor y modelo le dio una concha que tenía un anillo.
Millie no dudó en aceptar y su etapa de prometidos llegó a su fin cuando, en mayo de 2024, tuvo lugar la boda. A pesar de ser una de las parejas referentes para la Generación Z, alejados de la prensa, apostaron por una ceremonia familiar y muy íntima a la que por supuesto no faltó Jon Bon Jovi, el padre del novio. Aunque esta no fue la única sorpresa que la pareja tenía reservada, en agosto de 2025 anunciaron en un comunicado compartido en sus redes sociales que habían ampliado la familia adoptando una niña.
Su consistente historia de amor no ha tenido una sola turbulencia (que sepamos), pero sí algún que otro plot twist. El último ha sido el cambio legal de nombre, que, generalmente se hace al contraer matrimonio, sin embargo Millie, en su línea de hacer las cosas a su ritmo, ha dado el paso más de medio año después. Los comentarios en redes sociales no se han hecho esperar: «Se ha levantado y ha dicho nuevo hombre, nueva yo» o «Se revertirá esa tradición en el futuro? En plan los maridos poniéndose el apellido de su esposa?».
La estrella de Stranger Things se ha sumado a la lista de celebridades que optan por esta costumbre todavía muy arraigada en ciertos países. Ashley Tisdale, una de las protagonistas de High School Musical, también tomó esta decisión que no pasó sin dar lugar a diversidad opiniones: «Primero tuvimos Ashley French, ahora Millie Bon Bon? Revelaos, chicas». Incluso Jennifer Lopez se cambió a Jennifer Affleck durante los dos años que duró su matrimonio con el actor.
Más que un cambio de nombre: un viaje personal
Analizando el panorama actual en Reino Unido, país del que tiene la nacionalidad la actriz, el 90% de las mujeres se cambian el apellido por el de su marido al casarse. En Estados Unidos, donde nació su marido, rondaría el 70%. Una tradición que proviene de la Edad Media, cuando las mujeres no eran reconocidas como sujetos legales y al casarse, quedaban bajo la protección y autoridad de su esposo.
Aunque en el momento presente, gracias a los avances en materia de igualdad, este ya no es el motivo por el que se cambia el apellido, todavía para muchas personas es por el valor sentimental que transmite, una cuestión ligada a la tradición y romanticismo. Sin embargo, en el caso de Millie, no es descartable que pueda deberse a dos motivos: el primero por el paso que han dado este verano de convertirse en padres y ser percibidos como una unidad familiar. Ya que la actriz ha tenido muchos meses después del «Sí, quiero», para hacer esta modificación legal y no la ha puesto en práctica hasta adoptar a su hija.
De hecho, según un artículo de la BBC, un profesor universitario inglés, Simon Duncan, estuvo investigando la vigencia de esta práctica y concluyó que adoptar el apellido de la pareja se percibe como una forma de mostrar compromiso y unión hacia el exterior. También que la narrativa de ‘buena familia’ era más fuerte entre las mujeres que ya habían tenido hijos y algunas de las que no se cambiaron el apellido en un primer momento, lo hicieron tras dar a luz.
Por otro lado, al cambiarse el apellido también ha alterado su segundo nombre. Si bien hasta ahora utilizaba el artístico «Bobby», ha recuperado «Bonnie», que fue el que eligieron sus padres cuando nació. Reivindica sus raíces y a la vez, continúa construyendo su identidad y su carrera desde un lugar propio. Este equilibrio entre su pasado, su presente y lo que quiere proyectar para el futuro, parece más una elección consciente y significativa que simple hábito.
