Publicado: febrero 12, 2025, 9:15 am
El pasado 8 de febrero se celebró en Granada la edición 39ª de los Premios Goya 2025, en la que, por primera vez, la Academia del Cine otorgó un galardón a dos producciones, concretamente a El 47 de Marcel Barrena y La infiltrada de Arantxa Echevarría, que obtuvieron el premio a Mejor película a manos de Belén Rueda y Tamar Novas.
Antes de la gala, sin embargo, la alfombra roja de la ciudad andaluza se convirtió en el escenario de algunos momentos inolvidables como los memes de la ganadora del Benidorm Fest 2025, Melody, por cantar tanto durante las entrevistas, así como en la pasarela donde lucieron sus mejores looks los casi 2.800 invitados al evento.
Entre ellos, asimismo, destacaron algunos de los vestidos que llevaron las creadores de contenido que asistieron a la gala, cuya presencia tampoco estuvo exenta de polémica en redes sociales al considerar que algunos profesiones del cine podrían ocupar su espacio. Ante el revuelo causado, personalidades de internet como Anna Padilla y Anita Matamoros se defendieron, alegando su interés genuino por la profesión.
Ahora, apenas tres días después de los Goya, la controversia sobre la presencia de las influencers vuelve a estar servida, pero esta vez a raíz de una indirecta lanzada por una compañera de profesión: Rocío Osorno. La diseñadora ha reaparecido este martes en su perfil de Instagram para compartir un consejo de moda que considera «fundamental» y que, al parecer, no siempre se aplica en esta clase de eventos.
«Una cosa es la etiqueta (también se puede aplicar a bodas), y otra es tu grado de protagonismo», ha destacado Osoria a través de sus historias de Instagram, en referencia al atuendo más discreto que eligió para acudir a los Goya. Y es que, según cuenta, en esa «escala de protagonismo» se encontraría de las últimas, por lo que su vestido debería acorde para evitar robar «protagonismo».
«Primero actrices premiadas, luego no premiadas y, por último, invitados al uso como puedo ser yo», explica la influencer, quien considera que su discreción responde a que las actrices nominadas están viviendo «su momento» y que, por ello, se «merecen esa notoriedad». Esta regla, asimismo, también se aplicaría en otras situaciones como, por ejemplo, una boda, donde «no es lo mismo ser la hermana de la novia» que cualquier otra invitada a la ceremonia.