Publicado: septiembre 7, 2025, 6:00 am
Un equipo de investigadores del Massachusetts General Brigham (Estados Unidos) ha vinculado el retraso de los horarios de las comidas, especialmente el desayuno, con un mayor riesgo de mortalidad en las personas mayores, que además suelen experimentar este tipo de cambios de hábitos a medida que envejecen. El estudio, publicado en la revista Communications Medicine, ha identificado que la tasa de supervivencia a diez años es del 86,7% en el grupo de alimentación tardía, en comparación con el 89,5% de aquellos que se alimentan más temprano.
«Nuestra investigación sugiere que los cambios en el horario de las comidas de los adultos mayores, especialmente el horario del desayuno, podrían servir como un indicador fácil de monitorizar de su estado general de salud. Pacientes y médicos podrían usar los cambios en las rutinas de comida como una señal de alerta temprana para detectar problemas subyacentes de salud física y mental», ha afirmado el autor principal, Hassan Dashti, nutricionista y biólogo circadiano del Hospital General de Massachusetts. Del mismo modo, expuso que desayunar más tarde se ha asociado «sistemáticamente» con problemas de salud como depresión, fatiga o complicaciones de salud bucal.
Esta práctica de comer más tarde se ha relacionado con la dificultad de preparar comidas o con un sueño más lento. Además, las personas con predisposición genética a ser noctámbulas han tendido a comer más tarde. Hasta ahora se tenía una comprensión «limitada» sobre la relación entre las comidas y la longevidad, motivo por el que Dashti ha animado a los adultos mayores a mantener horarios consistentes, como parte de una estrategia más amplia para promover el envejecimiento saludable.
«Nuestros hallazgos ayudan a llenar ese vacío al demostrar que un horario de comida más tardío, especialmente el desayuno retrasado, está vinculado tanto a problemas de salud como a un mayor riesgo de mortalidad en los adultos mayores. Estos resultados refuerzan el dicho de que ‘el desayuno es la comida más importante del día’, especialmente para las personas mayores», ha señalado Dashti. Del mismo modo, resaltó los resultados de este estudio en un momento en el que la alimentación restringida en el tiempo y el ayuno intermitente están ganando popularidad.
La investigación ha analizado los datos de 2.945 adultos de entre 42 y 94 años residentes en Reino Unido, a quienes se les dio seguimiento durante más de 20 años.