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¿Reducen el café y el té el riesgo de cáncer? Esto es lo que dice la evidencia científica

Publicado: febrero 16, 2025, 1:40 am

El cáncer y el té son dos de las bebidas más consumidas en España, y los epidemiólogos tienen un gran interés por entender de qué manera precisa se relaciona este hábito con diversas enfermedades crónicas como son las cardiovasculares o el cáncer.

Así, tenemos abundantes evidencias científicas que apuntan claramente a que el consumo habitual de café y té pueden tener efectos protectores significativos a nivel cardiovascular. En el caso del cáncer, no obstante, la respuesta está menos clara.

Evidencias esperanzadoras

Por ejemplo, a comienzos de este año el medio Cancer publicaba un análisis agrupado de catorce estudios previos en el que asociaba la ingesta frecuente y abundante de café y té con unas probabilidades algo menores de desarrollar cánceres, especialmente en la cabeza y en el cuello. De la misma forma, una revisión algo anterior en la revista académica Medical Principles & Practice documentaba evidencias débiles o inconsistentes para efectos protectores del café frente a los cánceres de hígado, endometrial y colorrectal.

A pesar de que estas investigaciones son esperanzadoras, explica la doctora de la Sociedad Americana del Cáncer Caroline Um en declaraciones concedidas al portal de noticias sobre medicina Medscape, estas evidencias no son aún suficientes para establecer recomendaciones nutricionales formales.

Esta investigadora, que trabaja en los estudios sobre nutrición prospectivos, de cohorte y a largo plazo CPS-II y CPS-III (Estudios de Prevención del Cáncer, por sus siglas en inglés) ya publicó en 2020 resultados de la cohorte CSP-II que mostraban una reducción del riesgo de cáncer colorrectal asociada al consumo de café, y planea indagar más en la cuestión (incluyendo también el consumo de té) usando datos de la cohorte CPS-III, más reciente.

«Es importante seguir estudiando el café y el té», dijo, «ya que cada vez más personas están empezando a beberlo a edades cada vez menores», según se desprende de algunos estudios de la industria. Al mismo tiempo, las tasas de cáncer están cambiando, con un aumento de los casos de algunos tipos (como el colorrectal o el de mama) en los adultos jóvenes. Por ello, es fundamental entender de qué modo se relacionan ambos factores, y dilucidar si el café y el té pueden tener un efecto protector, no tener ningún impacto o incluso si pudieran ser dañinos (algo que hasta ahora la evidencia no sugiere).

Factores que complican la ecuación

Curiosamente, una cosa en la que están de acuerdo tanto Um como los autores del estudio de enero de este año es que la cafeína presente en el café, al contrario de lo que se ha propuesto muchas veces, podría no ser la clave de la relación entre el cáncer y estas bebidas, ya que en ambos casos sus trabajos han mostrado un posible efecto positivo de las bebidas descafeinadas.

Esto ha llevado a muchos científicos, incluyendo a los citados, a sugerir que en realidad los efectos observados podrían explicarse por el contenido del té y el café en polifenoles, unos compuestos bioactivos que en algunos estudios levados a cabo sobre cultivos celulares han arrojado propiedades antioxidantes y anticancerígenas. Eso sí, también es necesario llevar a cabo más investigaciones sobre esta posibilidad para poder confirmarlo.

Por otro lado, los grandes estudios sobre el tema han encontrado casos raros de tipos de cáncer cuya incidencia aumenta en grandes consumidores de café, ya sea en dosis altas, específicamente en personas que toman café con cafeína etc. Más allá de lo anecdótico, es posible que estas raras excepciones revelen interacciones ocultas con diversos factores de riesgo del cáncer que son por lo demás difíciles de detectar.

Por ejemplo, el análisis de comienzos de este año halló que concretamente el riesgo de cáncer de laringe aumentaba ligeramente en las personas que beben mucho té, e hipotetizaron que podría deberse a que la teofilina (un compuesto presente sobre todo en el té negro) disminuye la presión en el esfínter esofagal (una estructura que regula el paso de materia entre esófago y estómago), aumentando levemente la posibilidad de que se produzca reflujo gastroesofágico (en sí mismo un factor de riesgo del cáncer de faringe). Similarmente, el trabajo de Um encontró que pese al efecto protector del café frente al cáncer de colon (mayor en el café descafeinado) los mayores consumidores de cafeína presentaban tasas algo mayores de tumores en esta parte del tracto digestivo. Aunque la asociación, reconoce, es difícil de interpretar, podría implicar cuestiones como las diferentes especies bacterianas y su manera de descomponer los compuestos que ingerimos en diferentes productos (metabolitos) que podrían a veces resultar dañinos.

Aún no se pueden establecer recomendaciones

Por este tipo de cuestiones, la opinión de la mayoría de los expertos es que será necesario llevar a cabo estudios a nivel molecular para terminar de entender de qué manera y en que casos el consumo de té y café puede afectar al riesgo de desarrollar cáncer.

De la misma manera, dicen, todavía es preciso indagar el modo en el que otros factores relacionados, como las diferencias temporales y culturales a la hora de consumir estas bebidas (en algunos lugares se acompañan con leche, en otros se endulzan, etc.), pueden intervenir en la ecuación; introducir estas variables hace todavía más complicada la tarea.

Desde luego, la evidencia de que disponemos actualmente y que apunta a posibles efectos beneficiosos y protectores es interesante, y sugiere que en términos amplios el consumo de té y de café resulta saludable; sin duda, está lejos de indicar que pudiera estar desaconsejado más allá de casos concretos. Además, señala una importante dirección de investigación, con muchas preguntas esperando ser respondidas por la comunidad científica. Por desgracia, eso sí, también resulta todavía demasiado incompleta como para establecer recomendaciones firmes y claras.

Referencias

Nguyen T, Koric A, Chang C-PE, et al. Coffee and tea consumption and the risk of head and neck cancer: an updated pooled analysis in the International Head and Neck Cancer Epidemiology Consortium. Cancer (2025). DOI:10.1002/cncr.35620

Pauwels EKJ, Volterrani D. Coffee Consumption and Cancer Risk: An Assessment of the Health Implications Based on Recent Knowledge. Medical Principles & Practice (2021) DOI: 10.1159/000516067.

Jennie Smith. Coffee and Tea Linked to Reduced Cancer Risk, But the Cup is Murky. Medscape (2025). Consultado online en https://www.medscape.com/viewarticle/coffee-and-tea-linked-reduced-cancer-risk-cup-murky-2025a10003ca el 11 de febrero de 2025.

Caroline Y. Um, Marjorie L. McCullough, Mark A. Guinter, Peter T. Campbell, Eric J. Jacobs, Susan M. Gapstur. Coffee consumption and risk of colorectal cancer in the Cancer Prevention Study-II Nutrition Cohort. Cancer Epidemiology (2020). DOI: https://doi.org/10.1016/j.canep.2020.101730

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