Cuatro días después de la tragedia, Estados Unidos sigue tratando de recuperarse del accidente entre un avión comercial y un helicóptero militar en el que murieron 67 personas. Concretamente, 60 viajeros y cuatro miembros de la tripulación viajaban en el avión comercial de American Airlines. Otras tres personas, por otro lado, se encontraban en el helicóptero Black Hawk.
De ellas, las autoridades han confirmado que la tercera ocupante de ese helicóptero militar se trataba de Rebecca Lobach, una piloto de 28 años originaria de Durham, en Carolina del Norte, según informa el canal CBS17. «Estamos devastados por la pérdida de nuestra amada Rebecca. Era una estrella brillante en nuestras vidas: amable, generosa, brillante, divertida, ambiciosa y fuerte. Nadie soñaba más grande ni trabajaba más duro para alcanzar sus metas», ha expresado la familia en una declaración oficial publicada a través del Ejército estadounidense.
Tal y como detalla el citado medio, amigos, vecinos y oficiales militares que eran compañeros de Rebecca han visitado estos días la casa de la familia para dar su pésame y trasladar su apoyo. Quienes la conocen, además, han destacado «su dedicación, su amor por la aviación y su carácter inspirador».
Lobach es exalumna de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill (UNC) y sus amigos y compañeros han destacado sobre todo sus especiales habilidades técnicas. De hecho, durante su tiempo en el programa militar, llegó a distinguirse como una de las mejores cadetes del país, alcanzando la distinción de graduada militar distinguida, un logro solo reservado para el 20% de los mejores cadetes a nivel nacional.
Así, a lo largo de su carrera en el Ejército logró importantes hitos profesionales como alcanzar el rango de capitana, servir en dos ocasiones como líder de pelotón, actuar como asistente militar en la Casa Blanca, acumular más de 450 horas de vuelo u obtener la certificación como piloto al mando.
Sus amigos, asimismo, se han despedido de ella a través de las redes sociales. Sam Brown, uno de sus amigos más cercanos, la ha descrito como «una patriota apasionada» y una persona que inspiraba a quienes la conocían: «Era todo lo que yo quería ser y tenerla como una de mis mejores amigas fue una fortuna inmensa».
Otra de sus amigas, Sabrina Bell, ha destacado su actitud positiva y su capacidad para motivar a todos sus compañeros, sobre todo en todos los entrenamientos militares que compartían. «Era una de esas personas cuya risa era contagiosa», ha narrado. «Rebecca era muchas cosas: hija, hermana, pareja y amiga. Era servicial, cuidadosa y defensora de los demás. Pero, sobre todo, amaba y era amada», ha expresado también la familia.