Publicado: octubre 30, 2025, 7:00 am

España, Canadá, República Dominicana, Alemania… En estos días, preguntarle a un estudiante universitario venezolano dónde se ve en cinco años significa darle, en sentido figurado, la vuelta al mundo. Muchos son los posibles destinos con los que sueñan. Y rara vez la respuesta es Venezuela.
Por Stefano Pozzebon | CNN en Español
El sueño de la migración y de un mejor futuro lejos de casa se mantiene vivo en la Generación Z venezolana, lo que ayuda a explicar también por qué el movimiento estudiantil ya no se enfrenta al Gobierno de Nicolás Maduro dentro y fuera de las aulas, como en años anteriores.
Otras razones pueden ser mucho más crudas.
Miedo a la represión
“Hay frustración, hay miedo y hay rabia. Nosotros quizás no estamos apagados. Pero, si llegamos a sacar un poco la cabeza, eso es automáticamente una orden de decapitación”, le cuenta a CNN un líder estudiantil en Caracas, quien, como otros estudiantes contactados para este artículo, pidió resguardar su identidad por miedo a represalias.
En momentos claves de tensión política en años pasados, como en el referéndum constitucional de 2007 o las protestas callejeras de 2014, 2017 y 2019, el movimiento estudiantil siempre estuvo al frente de la oposición al Gobierno. Pero este año la política se ha quedado afuera de los campus universitarios.

Una excepción ocurrió a comienzos de octubre cuando se otorgó el Premio Nobel de la Paz a la líder opositora María Corina Machado, quien sigue en condición de clandestinidad
Frente a un silencio casi absoluto en los medios radiales y televisivos dentro de Venezuela, donde el Gobierno de Maduro impone una estricta censura, un grupo de estudiantes de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), alma mater de Machado, logró colgar una pancarta que decía: “El Nobel de la Paz 2025 tiene sello Ucabista”. El cartel fue removido pocas horas después.
CNN conversó con algunos de los estudiantes responsables de ese hecho, que contaron que una acción como esa era lo máximo que pudieron emprender en medio de la represión.
“En Venezuela no es secreto para nadie que todo está vigilado, todo está regulado y no puedes expresarte tan libremente como podrías hacerlo en otros países”, cuenta uno.
