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¿Quién testea los juguetes sexuales? Crónica de seis meses trabajando como probador de productos eróticos

Publicado: mayo 22, 2025, 6:00 pm

Era un día tan bueno para procrastinar como cualquier otro y me entregaba sin más a deslizar el dedo por la pantalla del móvil, aportando cero unidades de cosas útiles a la sociedad. De repente, un anuncio: «Consigue que te paguen por masturbarte, solicita entrar en nuestro programa de Asesores del Orgasmo en España». ¿Que me paguen por qué? Releo. Sí, he leído bien.

Lo demás es historia. El caso es que me postulé y acabé siendo nombrado «asesor del orgasmo» de We-Vibe y Arcwave (Lovehoney) dos marcas de juguetes sexuales de alta gama, con más de 20 premios internacionales y centrados en la tecnología aplicada al placer. Esto lo averigüé después, a mí con lo de asesor del orgasmo ya me habían ganado. Aún estoy valorando ponerlo en Linkedin.

El trabajo duraría varios meses. Cada mes recibiría un pack de productos que tendría que probar. «Recomendamos utilizar cada juguete al menos 2-3 veces. Tú decides dónde, cuándo y cómo», me explican. Luego, rellenar encuestas sobre el producto en cuestión. Eso puedo hacerlo. Si me apunto a concursos de Instagram para que me toque una freidora de aire, puedo hacer esto.

«Esta es tu oportunidad de ser la voz de las masas que se masturban y de que tus comentarios supongan un cambio real en la industria de los juguetes eróticos», me dicen en la carta de bienvenida al programa. La responsabilidad me puede, pero la posibilidad de cambiar la sociedad, de llevar la paz al mundo, de dejar mi impronta, de ser el Kennedy de la masturbación me anima a seguir adelante.

Por mi duro trabajo recibiré una cantidad en euros decente en un único pago (que no cito por confidencialidad). No me haré rico, pero he hecho cosas peores por menos dinero.

Llega el primer mes de colaboración y el primer paquete. El primer envío. Son un Arcwave Pow y un Arwave Ghost, dos masturbadores masculinos bonitos como para ponerlos en la estantería de casa. A la mierda los jarrones de mi exsuegra. Las cosas han cambiado. Hace años, muchos, los masturbadores tenían forma de vagina (o algo que se le parecía) y o de boca (normalmente como de haberse pasado con el ácido hialurónico). Ahora los juguetes eróticos y sexuales tienen formas modernas, suaves, nada explícitas y están hechos de materiales de alta calidad como la silicona médica.

Me pongo serio, no en vano estoy prácticamente salvando al mundo de la desidia sexual gracias a mi labor de «asesor del orgasmo». Los asesores de la ONU son unos don nadies a mi lado. Abro los productos, los miro, leo las instrucciones… pocas instrucciones traen, pero tampoco es esto una nave espacial. Hay un hueco y bueno… El lector o lectora ya saben cómo va el asunto.

Llega la primera encuesta unas semanas después de recibir el paquete. ¿Qué quiere saber esta gente? Pues hay preguntas como: «¿Has podido llegar al orgasmo con este juguete?», «Si has llegado al orgasmo, describe cómo ha sido», «¿Cómo de fácil te ha resultado llegar al orgasmo con este juguete?», «¿Qué opinas de esta categoría de producto (stroker)», «¿Qué es lo que más te ha gustado y lo que menos del juguete?», «Si tuvieras que elegir entre la gama de productos de Arcwave que has recibido por ahora, ¿cuál eligirías?», y cosas similares. A veces, en algunos productos, había preguntas específicas sobre el chisme en cuestión.

Las respuestas no caen en saco roto. Poco después me entero de que la anterior tanda de asesores apoyó la mejora del diseño del Arcwave Ion Pleasure Air (un masturbador con una membrana y sensores como los de los succionadores de clítoris, tecnología fina, fina) haciéndolo más pequeño que el modelo anterior, por ejemplo.

Los meses se suceden y los productos también. De todo tipo, masturbadores, anillos para el pene, estimuladores de próstata y de perineo… Los descubridores de América descubrieron menos que yo en esos meses.

Un día la cosa se complica: empiezan a llegar productos para parejas o para féminas. Y para probar un producto para parejas necesitas, oh, sorpresa, una pareja. Tiro de agenda de teléfono, pero a ver cómo explico yo esto. Es más fácil pedir ayuda para una mudanza.

Pero la oferta es tentadora. Hay productos de todo tipo: vibradores para pareja, estimuladores de clítoris que se controlan a distancia, estimuladores de clítoris y punto G, que se controlan a distancia, estimuladores con forma de C que se controlan a distancia… no es reiterativo: cada chisme tiene una app con la que se puede manejar. Desde la pantalla se pueden cambiar los ritmos, los patrones y las intensidades. Todo el poder en la palma de la mano. Con el móvil ahora lo mismo hago un Bizum que hago bizzzzrrrruuummm.

Encuentro, claro, voluntarias. «Para los juguetes destinados a ser utilizados en pareja, pide el consentimiento antes de introducirlo en el juego juntos y conoce la experiencia de tu pareja con él«, me indican. Me parece obvio, pero no está de más que se diga. We-Vibe Sync, Wand 2 (este impresiona, un vibrador de varita inalámbrico), Bond, Jive 2, Vector +, Ditto+, Verge… llegan una infinidad, con mil formas y funciones diferentes.

Ahora el trabajo es doble: primero probarlo, luego, interrogar a la pareja qué le ha parecido a ella, luego, contestar las preguntas. «¿Con qué frecuencia habéis probado el juguete?», o «¿Cuánto duraban las sesiones de prueba? En minutos». Sí, tuve que tirar de honradez para no mentir en esta pregunta. Cuando escribes los minutos que ha durado una relación sexual, siempre parecen pocos.

Más apartados de la encuesta: «Pide a tu pareja que valore su experiencia con este juguete». Aclaro al hacerle esta pregunta a mis voluntarias que es el juguete, no yo. Que uno quiere colaborar con la sociedad pero no ser evaluado. «¿En qué situación, escenario o lugar es más probable que utilices o utilicéis este juguete?», «¿Has hecho uso de la conectividad y aplicación de We-Vibe para controlar el juguete de manera remota?», «¿Qué te ha parecido el control remoto de este juguete por medio de la aplicación? ¿Qué destacarías? ¿Qué podría mejorar?», y cuestiones por el estilo.

Los meses han ido pasando y ahora mi casa parece una tienda para adultos. Al fondo del armario hay una suerte de Narnia no recomendada para menores de edad. Me doy cuenta de que mis respuestas han ido siendo más específicas y más ricas según iba pasando el tiempo y me iba acostumbrando a usar productos. Mi criterio se fue formando y valoraba con más facilidad y añadía más cosas a los campos de respuesta libre. Ahora me fijo en más detalles, en el motor, en los modos, en la conectividad, en la posición de los botones, en el modo de carga, en la duración…

Llegados al final de la experiencia pienso en que me hace ilusión que alguna de mis recomendaciones pueda servir para mejorar algo, para cambiar algún diseño. El 90% de los hombres y el 78% de las mujeres afirman que la masturbación es importante para su bienestar general, según diversos estudios. Pues al final no es nada banal…

El último descubrimiento

Mi trabajo llega a su fin, pero lo hace con un fin de fiesta, la presentación en Madrid del Melt 2, un estimulador de clítoris. Acudo a un lujoso apartamento show room madrileño donde hay estanterías llenas de los productos que he estado usando. Es como reencontrarse con viejos amigos. Hay sexólogas, sexólogos, influencers de salud, de sexo… y comentamos las bondades de los chismes allí expuestos.

El Melt 2 es el recién llegado: creado para cerrar la brecha del orgasmo en el sexo. La mitad de los hombres llevan al orgasmo durante el coito siempre, las mujeres, solo 1 de cada 4 y este estimulador de clítoris pensado para usarse durante el coito viene a cambiar eso.

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