Publicado: julio 7, 2025, 1:30 am



La «chica dulce», la «chica salvaje», el marinero y el cowboy. Con estas cuatro dinámicas se nos presentaron en 1999 los Vengaboys que, en un parpadeo, se convirtieron en sinónimo de fiesta, color y eurodance.
El grupo, de origen neerlandés y creado por los productores Danski y Delmundo, alcanzó fama internacional con hits como Boom, Boom, Boom, Boom!!, We Like to Party y su exitosísimo We’re Going to Ibiza!, que acabaría casualmente convertido, años más tarde, en un símbolo contra la corrupción.
Formaban el cuarteto original Kim Sasabone, Denise Post-Van Rijswijk, Robin Pors y Roy den Burger, y con una mezcla bien definida de ritmos bailables, letras simples e imagen de desenfreno absoluto se convirtieron, en plena era del dance-pop europeo, en los reyes de las discotecas y los karaokes de todo el continente.
The Party Album fue un éxito rotundo, alcanzó el triple disco de platino y el «Vengabus», el autobús de la fiesta, se acabó convirtiendo en un personaje más, una suerte de quinto miembro del grupo, apareciendo en vídeos y conciertos.
Pero el fenómeno que arrasó en el último año de la década de los ’90, en los 2000 perdió todo su impulso y casi desapareció. The Platinum Album no alcanzó el impacto del anterior, Robin fue reemplazado por Yorick Bakker y, en 2002, anunciaron un parón indefinido, motivado por el desgaste de su fórmula y un profundo cambio en el mercado musical, que empezó a girar hacia el R&B, el pop-rock y una vuelta a los/as cantautores/as.
En los años siguientes, sus canciones sobrevivieron como himnos en bodas, despedidas de soltero, festivales y recopilatorios.
En 2007 los Vengaboys, con Kim y Denise de vuelta, se volvió a reunir y desde entonces se suman por Europa y Australia a giras nostálgicas de los ’90 y los 2000.
Tienen una presencia activa en redes sociales, donde combinan memes, remembers y clips de sus espectáculos, y bromean con que su misión es «seguir haciendo que la gente baile y no se tome la vida tan en serio«.
Además, de vez en cuando lanzan algún single ocasional, como Rocket to Uranus o Hot, Hot, Hot y, recientemente (el pasado mes de abril), México los recibía con los brazos abiertos como headliner del festival Love Dance, donde se reencontrarían «con su público LGTBQ+».