Publicado: diciembre 12, 2025, 4:00 pm
¿Quién no se ha preguntado alguna vez si es realmente malo tomar un paracetamol después de haber bebido alcohol? Es una duda frecuente, especialmente en situaciones cotidianas como una noche de fiesta o un día agotador. Aunque ambos consumos son habituales, la mezcla puede resultar más peligrosa de lo que parece, según el portal farmacéutico especializado de PromoFarma.
La combinación de paracetamol y alcohol representa un riesgo significativo para la salud, especialmente para el hígado, el órgano encargado de metabolizar ambas sustancias. Cuando se consumen juntos se genera una sobrecarga que puede derivar en daños graves como hepatitis o incluso insuficiencia hepática. Por ello, esa acción aparentemente inofensiva de tomar una copa con un paracetamol puede tener consecuencias inesperadas.
El problema no solo radica en la coincidencia de sustancias, sino en cómo el alcohol modifica la actividad de las enzimas que procesan el paracetamol. Tal como señala el portal, esta interacción provoca la acumulación de un metabolito tóxico capaz de destruir las células hepáticas. El riesgo aumenta si existe un consumo excesivo o habitual de alcohol, ya que el hígado se encuentra trabajando al límite.
También es importante considerar la dosis de paracetamol. La web concreta que el límite seguro para adultos sanos es de 4 gramos al día, pero esta cifra cambia cuando hay alcohol de por medio. Incluso una dosis habitual puede resultar peligrosa si el hígado está comprometido por la ingesta reciente de bebidas alcohólicas.
Hay ciertos grupos que deben extremar su precaución: personas con enfermedades hepáticas, consumidores habituales de alcohol y adultos mayores polimedicados están especialmente expuestos a sufrir daños por esta interacción.
