Publicado: noviembre 23, 2025, 5:30 am
En 2005 se estrenaba en salas la segunda adaptación a cine de Charlie y la fábrica de chocolate, el clásico de Roald Dahl que ya había sido protagonizado, décadas atrás, por el magnífico Gene Wilder.
En la versión de Tim Burton nos encontrábamos en el elenco, junto a algunos nombres conocidos, con un reparto formado por una joven muchachada que rondaba los doce o trece años, como era el caso de Freddie Highmore (quien interpretó a Charlie) y de Jordan Fry, a quien le tocó encarnar al obseso de la tecnología Mike Teavee, que se hizo con su billete gracias a una suerte de «trampa algorítmica».
Fry, que ya había debutado antes de La fábrica de chocolate, alcanzó repentinamente un lugar destacado en el mapa del cine infantil y familiar, pero no tardó mucho en salir de ese foco.
En una entrevista con Revamp Magazine, tiempo después, confesaba que «en sus planes nunca había estado ser actor», sino que era más bien una afición de su madre, que lo llevaba a las audiciones, y que solo en retrospectiva le pareció «un gran asunto» trabajar bajo la dirección de Tim Burton.
De esta forma, durante los años siguientes y tal vez más por inercia que por elección real, todavía apareció en algunos créditos más, como Conociendo a los Robinsons, pero, desde luego, su avance fue muy pausado y para nada mediático, al punto de que en 2012, tras Sin rastro, dejó de actuar.
Su carrera interpretativa (y prácticamente toda su vida pública) se para entonces. Apenas se mueve en redes sociales ni participa en eventos, como hacen muchas otras exestrellas infantiles. Y no es hasta el reciente 2023 cuando se deja ver de nuevo en pantalla, al participar en Big Life.
Desde entonces ha participado en otros dos cortometrajes, y parece tener un par de proyectos más en producción, pero sigue manteniéndose lejos de los medios y de las redes sociales, de manera que, aunque parece que quiere retomar (esta vez de manera consciente) su carrera interpretativa, parece que sigue prefiriendo vivir lejos de los focos.
